Hubo una época incipiente en la que SpaceX no era la compañía reconocida que es en la actualidad, de hecho, fue un tiempo marcado por las penurias, las expectativas y las curiosidades.
Así por lo menos lo cuenta Eric Berger, redactor de Ars Technica, quien describe los primeros días de la compañía en su libro Liftoff (Despegue), publicado el martes en Estados Unidos.
En el texto, Berger narra varias anécdotas, una de ellas el intento de lanzamiento de un cohete frustrado por el agua salada del océano.
Sin embargo, uno de los relatos que más ha llamado la atención es un supuesto motín provocado por trabajadores de la empresa en la isla Omelek, perteneciente a las Islas Marshall.
¿Qué ocurrió?
En aquel lugar, el equipo intentaba construir una plataforma de lanzamiento para el primer cohete de SpaceX, el Falcon 1.
Los ingenieros vivían y trabajaban en Omelek como una forma de evitar a las fuerzas aéreas de Estados Unidos, que retrasaban la autorización para las pruebas de lanzamientos en California.
Sin embargo, las cosas no salieron según lo esperado y terminaron complicándose para la firma de Musk.
Según el libro, durante el primer año en la isla, los suministros de comida tardaban mucho en llegar, incluso los trabajadores se quedaron sin alimentos en algunos momentos.
En un punto, la situación se hizo insostenible, tanto que los empleados comenzaron una huelga para obligar a la empresa a que mandara un envío de emergencia.
“Habíamos estado trabajando las 24 horas”, explica en el libro Jeremy Hollman, ingeniero que lideraba aquel equipo en la isla de Omelek.
“En ese momento todo el mundo sintió que habíamos llegado al límite y decidimos que teníamos que encontrar una manera de hacerles saber que éramos parte de esto también”.
El conflicto se solucionó luego de un llamado de Tim Buzza, director de lanzamientos, a la Armada para que le fueran a dejar alimentos a los trabajadores de la isla en un helicóptero.
“Éramos como animales silvestres en una isla, esperando la comida”, revela otro ingeniero de SpaceX.
Luego de aquel motín, los trabajadores volvieron a sus labores.
En la actualidad, SpaceX –que hasta el momento no se ha referido a esta revelación– ya no tiene presencia en las Islas Marshall y prueba sus cohetes en sus instalaciones en Texas.