“¿Podría suceder algo así en el mundo real?”. Con esta pregunta efectuada a su equipo asesor, el expresidente de Estados Unidos Ronald Reagan expresó toda su preocupación y desconfianza luego de ver la película War Games.
Fue tanto el revuelo que causó la cinta estrenada en junio de 1983 al interior de la administración Reagan, que obligó la adopción de nuevos parámetros en el ámbito de la seguridad.
War Games también es recordada con cariño en el campo de la informática. De hecho, aún se le respeta por ser una de las primeras producciones en presentar la figura de un hacker y hablar de internet en una época en la que todavía no era masivo.
La película fue dirigida por John Badham y protagonizada por Matthew Broderick, Ally Sheedy y John Wood. Está ambientada en los últimos años de la Guerra Fría y aborda los géneros de suspenso y ciencia ficción. Su trama sigue la historia del personaje de Broderick, un joven hacker conocido en la cinta como experto informático.
Según la sinopsis:
“David es un experto informático capaz de saltarse los más avanzados sistemas de seguridad y de descifrar los más herméticos códigos secretos. Pero su juego se complica cuando involuntariamente conecta su ordenador al del Departamento de Defensa americano encargado del sistema de defensa nuclear. Desencadena así una situación de peligro difícilmente controlable. Con la ayuda de su novia y de otro informático genial intentará, en una carrera contrarreloj, evitar la Tercera Guerra Mundial”.
En la película, el joven David era capaz de poner en problemas a W.O.P.R. del NORAD, la computadora más avanzada del planeta, y lo hacía todo a través de una conexión telefónica.
Otro elemento destacable de War Games es que todo el contenido que se mostraba estaba refrendado por datos y hechos constatados por los propios guionistas.
Por ello, se entiende el temor que sintió Reagan luego de ver la cinta. Un reportaje del New York Times publicado en aquella época revela que un día después de ver el filme, el presidente de Estados Unidos se reunió con sus asesores de seguridad nacional, además de 16 miembros del Congreso.
En el encuentro se analizaba el contexto de la Guerra Fría, pero en un punto el mandatario les preguntó si habían visto War Games y si los hechos que ahí se narraban podían ocurrir en la vida real.
Se ignora qué habrán respondido quienes trabajaban con Reagan, lo cierto es que el jefe de Estado, en una mezcla de entusiasmo y preocupación, comenzó a relatar la historia que se contaba en la película.
Así, probablemente de manera involuntaria, War Games no solo marcó a una generación amante de la tecnología y las computadoras, también motivó a que las autoridades de Estados Unidos comenzaran a preocuparse por la ciberseguridad en un contexto de tensión extrema como el que representó la Guerra Fría.