No son pocas las razones que se pueden dar para ver ahora mismo Succession, luego de que pasaron más de dos años de su segunda temporada. Fue hasta 2021 cuando empecé a ver esta producción, una vez que contraté HBO Max, y realmente sorprende cómo se transforma en una de esas series —más cargada al drama que a la comedia— que si bien no se puede ver en una sola sentada, sí deja esa necesidad de querer más de su historia, de sentir una privación una vez que se concluye cada una de sus temporadas.
Con el estreno en puerta de su tercera entrega este 17 de octubre, vale la pena revisar algunas razones por las que debes ver esta producción creada por el británico Jesse Armstrong (Peep Show).
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Razones para ver Succession
La historia
Reducir Succession a la historia de una familia disfuncional que busca hacer todavía más grande su imperio de medios de comunicación y empresas de entretenimiento es darle menos crédito del que se merece.
Tampoco se debe ver como una propuesta que retrata la vida de los ricos o de lo que significa ser rico en la sociedad actual, pese a que los creadores sí pensaron en familias poderosas de medios de comunicación —como los Hearst, John Malone o Murdoch— para darle forma a los Roy, los protagonistas de Succession.
Ni mucho menos es el relato en el que se puede separar a los buenos y los malos, a los que logran redimirse. Los personajes son ricos, aunque siempre se están enfrentando a situaciones que no pueden controlar y que los dejan inconformes una y otra vez.
En un completo análisis de la serie, Rebecca Mead escribió en The New Yorker que “Succession documenta la riqueza, pero no la fetichiza”.
Es cierto, hay momentos en que se ve a los Roy en sus helicópteros y aviones privados, o en sus lujosos departamentos, sin embargo, no son más que accesorios (sí, lujosos) que buscan maquillar su fragilidad, su necesidad de ser escuchados más allá de las órdenes y su deseo de ser tomados en cuenta por un padre que impone respeto, pero que al mismo tiempo despierta el más profundo odio.
Por todo ello, la historia de Succession tiene un alcance amplio, uno en el que se disecciona la condición humana y se pone bajo escrutinio cada una de sus partes. Como se podría esperar, el resultado no le favorece a ninguno de los integrantes de la rica y acomodada familia Roy.
Los personajes
Sin una razón clara, existen personas que simplemente nos son incómodas. Esa sensación está con cada uno de los Roy, familia conformada por el patriarca Logan (Brian Cox) y los hijos Kendall (Jeremy Strong), Shiv (Sarah Snook), Roman (Kieran Culkin) y Connor (Alan Ruck).
Las personas que están a su alrededor deben establecer mecanismos de defensa para no ser devorados por ellos. Pero esta ley también aplica al interior del clan Roy.
Los arranques de Kendall por ser el que tome las riendas de los conglomerados de la familia se ven disminuidos cuando su padre se para frente a él. Todo se reduce a un hijo temeroso, necesitado de afecto y que, más temprano que tarde, recaerá en las drogas.
Shiv, una y otra vez, planta la discordia en su recién consumado matrimonio, desde proponer una relación abierta el día de su boda hasta sugerir que su esposo se haga responsable de uno que otro asunto para salvar el pellejo de los Roy.
Roman es el típico joven que presume imprudentemente el poderío de pertenecer a una clase pudiente, pero eso ni siquiera le alcanza para establecer una relación afectiva, íntima.
Connor decide alejarse de los negocios familiares, no así de las ganancias de estos, aunque tampoco logra sentirse del todo cómodo con su pareja, una aspirante a dramaturga. Incluso tiene la idea de contender por la presidencia de Estados Unidos, más por el hecho de estar aburrido que por una verdadera causa política.
Por último, Logan es la encarnación de la incomodidad; lo demuestra cuando no puede ser cariñoso con sus nietos —los hijos de Kendall— o cuando delega todo tipo de tareas sucias a sus herederos, con los cuales tampoco puede extender un lazo de cariño, como mínimo.
En el mundo de los Roy parece haber voces un poco cuerdas que tratan de dar equilibrio, como la del recién llegado sobrino nieto de Logan, Greg, o la de la consejera general de los negocios de la adinerada familia, Gerri Kellman (J. Smith-Cameron). Sin embargo, son absorbidas, calladas y marginadas tanto por el padre como por los hijos, al grado de confundirse con el eco de los Logan.
En este sentido, la humillación solo puede venir de ellos mismos, por lo que no es raro ver, en sus momentos más oscuros, a un Logan que orina en la oficina de su hijo o a un Roman que solo puede intimar cuando recibe “los regaños” de Gerri, quien bien podría ser su madre.
No hace falta mucho para odiar a los Roy, y eso también se debe al fabuloso trabajo que realiza el elenco principal y de los actores que, en su papel, son espectadores de todos los arranques de la familia, como el mismo Greg (Nicholas Braun) —el esposo de Shiv—, Tom (Matthew Macfadyen) y la pareja de Connor, Willa (Justine Lupe).
El adelanto
La tercera entrega de Succession arrancará con un Kendall fortalecido, mientras que Logan hace todo lo posible por mantener el control, como se mostró en el último tráiler publicado por HBO. No es una situación desconocida para los dos, pero la diferencia es que ambos ya tocaron fondo, en especial el hijo, por lo que no será una batalla fácil.
Por el otro lado, Shiv y Roman también están sonriendo al mejor postor, en tanto que Greg y Tom parecen estar enfrentados, eso sí, sin perder esa grosera ingenuidad que caracteriza a cada uno.
Si bien se mantiene prácticamente el mismo elenco de las anteriores temporadas, no se puede ignorar la adición de actores de gran peso en esta nueva, como Alexander Skarsgård, Sanaa Lathan, Linda Emond, Jihae, el oscarizado Adrien Brody, Dasha Nekrasova y Hope Davis.
Por cierto, HBO sigue dando detalles de lo que se viene con el estreno de la tercera temporada, como este clip en el que se ve a un Kendall decir la palabra “rectitud”:
🗣 ¡SIN COMENTARIOS! ¡SIN COMENTARIOS! 🗣@succession llega el 17 de octubre a HBO Max. pic.twitter.com/g58B6Dvi8K
— Max Latinoamérica (@StreamMaxLA) October 5, 2021
Lo que queda por ver es cómo se equilibrarán las fuerzas entre los Roy o si el declive de alguno de los miembros se consolida de forma definitiva. Eso sí, parece que no está en sus planes dejar de ser una de las familias más odiadas, sobre todo por su inconformidad con su propia existencia, de nuevo, pese a su riqueza.