En estos días, la frase “streaming gratis” suena como un “santo grial” de las glorias pasadas del video bajo demanda, como algo demasiado bueno para ser verdad. Lo cierto es que plataformas como Pluto TV, Tubi y otras, financiadas por publicidad y de libre acceso al espectador, están ganando terreno.
En Estados Unidos, por ejemplo, Nielsen ha reportado que, del tiempo total mensual de consumo de streaming, Tubi tiene una participación del 1.8%, comparable a alternativas de pago como Disney+ y por encima de otras como Max.
Y si eres usuario recurrente de los servicios, quizá estarás de acuerdo en que este crecimiento tiene su razón de ser: las plataformas de streaming gratis son cada vez más atractivas. Si no te has convencido, acá te damos más argumentos.
Antes, lo que debes saber es que estas modalidades no son, en realidad, gratuitas. Como el acceso es libre para el usuario y no hay una transacción de por medio, son financiadas por anuncios. Esas son las letras chiquitas.
¿Por qué han ganado terreno las plataformas de streaming gratis?
En el nombre parecería estar la respuesta: la razón por la que convienen más frente a otras o a la televisión tradicional es que no cuestan.
Sin embargo, la cuestión puede ser un poco más compleja. A continuación, la analizamos:
- La publicidad
Las únicas personas que sienten afinidad por la publicidad son los mercadólogos y los publicistas. Nadie más quiere tenerla cerca, por invasiva y tediosa.
Sin embargo, la realidad con las plataformas de streaming gratis es que la cantidad de anuncios es significativamente menor en comparación a la televisión de paga y por cable.
Para los usuarios, unos cuantos segundos de publicidad son un precio muy razonable a pagar por acceso ilimitado a los catálogos, lo que nos lleva al siguiente punto.
- Catálogos interesantes
De acuerdo: no vas a encontrar Stranger Things en Tubi y van a pasar más de dos años para que ese estreno popular del cine llegue al catálogo de Pluto TV. Estas son, con poquísimas excepciones, la última ventana de exhibición para producciones de este tipo. Compensan esas carencias de otras formas.
Sus catálogos son vastos, y aunque puede haber mucha basura, también hay muchas joyas. Crunchyroll, especializada en anime, es una mina de oro para los fans de la animación japonesa, incluso si algunos de sus contenidos están restringidos para suscriptores en su versión de paga.
Y otras, como Roku Channel y Tubi, están apostando por producciones originales. No serán tan populares como The Boys, pero tampoco cuestan.
- Los elevados costos del cine y el streaming
El entretenimiento, hay que decirlo sin rodeos, es caro. Y no se trata de un gasto de primera necesidad, así que tiende a ser uno de los primeros recortes cuando los usuarios se ven obligados a ahorrar.
En años recientes, las plataformas de streaming han elevado los costos de sus suscripciones, en esencia, para tratar de remediar las enormes fugas de dinero que representa su operación. Y el cine tradicional no solo nunca ha sido barato, sino que también se ha encarecido después de la pandemia.
Por ello, los espectadores han dejado de ir al cine y optado por cancelar suscripciones de streaming. Las plataformas gratuitas han sido una alternativa de entretenimiento atractiva y viable como consecuencia.
- Accesibilidad
En los “viejos tiempos”, ver películas y series gratis en internet no solo implicaba caer en la ilegalidad, sino que venía con otro tipo de costos: buscar links de descarga dudosos, a veces con riesgos de seguridad.
Las plataformas de streaming gratis no tienen este problema. Todas, salvo Roku Channel, que es accesible en dispositivos Roku, están a una búsqueda de distancia. O bien, basta con descargar las aplicaciones de televisores o smartphones. En el peor de los casos, únicamente hay que crear una cuenta para comenzar a disfrutar del contenido sin costo adicional.