La competencia en las plataformas de streaming de video se ha vuelto complicada, tanto para los consumidores como para las propias compañías. Los servicios se han vuelto más costosos y los bolsillos del público no son infinitos. Entonces, si tuviera que elegir solo tres, ¿cuáles serían esas opciones ahora mismo?
La respuesta puede ser tan subjetiva como compleja, pues entran en juego factores como hábitos de consumo y presupuestos limitados para entretenimiento. Sin embargo, trataremos de brindar una respuesta balanceada, al considerar estos elementos, además de planes y rangos de precios, y volumen y diversidad de los catálogos, principalmente.
Netflix
Comenzamos por la respuesta más obvia. Sí, el paulatino encarecimiento, las restricciones de contraseñas y la implementación de publicidad en Netflix no han caído bien a los clientes. Sin embargo, no por nada le seguimos llamando el “gigante del streaming”, y esa corona no cambiará de dueño en el futuro previsible.
El servicio cofundado por Reed Hastings aún tiene el catálogo más grande del mercado, con más exclusivas originales que la gran mayoría de sus competidores. Si a esto añadimos que los grandes estudios han vuelto a venderle licencias de sus películas y series, tenemos una plataforma balanceada y fresca, que no se limita a sus exclusivas y a estrenos de hace una década.
Y prácticamente no existe dispositivo en el que Netflix no esté presente ni medio de pago que le sea ajeno. Incluso si sus precios se han vuelto un tanto prohibitivos ―aunque siempre exista la alternativa más accesible, con anuncios―, no puedes equivocarte si lo contratas.
Max
El streaming de Warner Bros. Discovery (WBD) es una de las propuestas con más argumentos para competir con Netflix (e igualar sus precios, para bien y para mal).
Max cuenta con el respaldo de los años de historia que tienen, en combinación, el estudio Warner Bros. Pictures y otras subsidiarias de la compañía como HBO y Cartoon Network. El sello Discovery añade documentales de naturaleza y reality shows. Si a esto sumamos los acuerdos que la plataforma tiene con estudios como Sony Pictures, Universal Pictures y A24, tenemos un catálogo nutrido con estrenos relativamente recientes de cine y de varios perfiles.
El precio, muy parecido al de Netflix, lo vuelve uno de los servicios más caros. Aunque, al considerar la versatilidad de su catálogo ―apela tanto al fan del cine de arte como al de los blockbusters y de los reality shows más cuestionables― y su presencia en dispositivos, es una de las plataformas mejor surtidas y fáciles de usar en el mercado.
MUBI
Y ahora, un giro radical. Si tuvieras que elegir un número limitado de plataformas de streaming al tomar en cuenta la diversidad en el catálogo y el nivel de precios, MUBI sería una excelente opción para cerrar.
Quienes hayan escuchado hablar de ella, sabrán que MUBI apunta a un segmento muy diferente: aficionados al cine de arte, de autor y de culto. El catálogo, aunque más limitado (pero nada despreciable), es curado por especialistas. Siempre hay algo nuevo que ver y las opciones de dispositivos son igual de competentes.
Y de las tres plataformas citadas aquí, MUBI es la más barata. En combinación con Netflix o Max, brinda una de las librerías cinematográficas más diversas, ideal para cinéfilos omnívoros.