Entre la enorme maquinaria de producción hollywoodense y todo lo que se filma en otras partes del mundo, hay centenares de películas nuevas cada año, y resulta imposible enterarse de todo. Pero hay excepciones, tan notables por su excelente grado de calidad como por lo contrario: son calificadas como “muy malas”.
Ya sea por una especie de curiosidad morbosa (el “ver para creer”), por un disfrute en términos irónicos o por un genuino gusto por la propuesta, esta selección de películas que se consideran muy malas, sin duda, picará tu interés. Puede que te gusten o puede que compruebes su mediocridad, pero al menos estarás en la conversación.
Madame Web (2024)
La reina indiscutible de las películas “tan malas que son buenas” en 2024 es este spin-off de Spider-Man de Sony Pictures, el estudio que persiste en su necedad de construir un universo cinematográfico con aliados y enemigos del trepamuros, pero sin él. Lo más impresionante de este despropósito es que ni siquiera parece pertenecer a la misma continuidad de otras obras maestras de dicho emprendimiento, como Venom (2018) y Morbius (2022).
O, peor aún, que sus heroínas (Dakota Johnson, Sydney Sweeney, Isabela Merced y Celeste O’Connor) ni siquiera suman cinco minutos en pantalla como sus alter ego con superpoderes. Es una historia de origen tan increíble y anacrónica (en el peor sentido de ambas palabras) que es perfectamente disfrutable. Si entendemos “disfrutable” como fascinarse por su existencia y reír de sus diálogos maravillosamente malos (“Él estuvo en el Amazonas con mi mamá cuando ella investigaba arañas, justo antes de morir” es el epítome de los memes que nos ha dejado esta franquicia).
La idea de ti (2024)
En una industria que acostumbra encasillar la vida romántica de las mujeres entre la adolescencia y los 39 años (en el mejor de los casos), son necesarias más historias que presenten de forma digna y emotiva el romance más allá de los 40.
Y es por ello que La idea de ti (The Idea of You) es un arma de doble filo en ese sentido. La historia de una madre soltera (Anne Hathaway) que se enamora del joven ídolo pop de su hija (Nicholas Galitzine) ya plantea una serie de retos en más de un sentido. ¿Pero acaso hay alguien inmune a la fantasía de enamorarse perdidamente de una celebridad, que además resulte ser la persona ideal? Hathaway y Galitzine la venden bien, ayudados por sus niveles ridículos de sensualidad.
Lisa Frankenstein (2024)
El largometraje debut como directora de Zelda Williams (hija de Robin Williams), con guion de la aclamada Diablo Cody (Diabólica tentación), ha sido, en términos generales, una decepción para los fans del terror. La directora primeriza entregó una película tonal y rítmicamente irregular.
Pero hay un cierto encanto innato en la historia ochentera de una chica rara (Kathryn Newton) que se enamora perdidamente del chico que, tal cual, ha tenido que desenterrar del cementerio (Cole Sprouse), porque es el único que la entiende. Los novios resucitados o no muertos no son cosa muy novedosa (Mi novio es un zombie), pero quizá estemos ante un futuro clásico de culto.
Profesión peligro (2024)
Inspirada en una serie de televisión que pocos recuerdan, Profesión peligro (The Fall Guy) es el perfecto ejemplo de Hollywood como indulgente en sus excesos y como aprendiz de lecciones incorrectas. Para el punto, esta especie de “hija del Barbenheimer” (sus dos estrellas provienen del fenómeno cinematográfico definitivo de 2023) es, en esencia, una película que lo tiene todo, para bien y para mal.
Esta historia trata de un doble de acción (Ryan Gosling), quien además de estar perdidamente enamorado de la directora de su película (Emily Blunt), acaba involucrado en la investigación de la desaparición del actor principal (Aaron Taylor-Johnson). Es la clase de producción retacada de persecuciones, comedia, combates, romance, parodias, coreografías y referencias que parece hecha para gustar a todo el mundo, pero que, al final, solo cansa. Pero por el puro carisma de Gosling y Blunt puede resultar divertida.
Con todos menos contigo (2024)
¿Demasiadas películas de personas hermosas que pelean hasta enamorarse en un destino exótico? No, a juzgar por Con todos menos contigo (Anyone But You), producción que ni siquiera se molesta en cuidar aspectos como su fotografía o edición para intentar disimular que solo es una pila de clichés.
Es otra de esas películas que se sostienen a punta de carisma, atractivo físico y química sexual entre protagonistas. Porque nadie en su sano juicio se atrevería a negar que Glen Powell y Sydney Sweeney son estúpidamente guapos. Eso es básicamente lo que se puede esperar del filme, pero sirve para una tarde lluviosa si no hay otro asunto que responder.