Soy un convencido que solo existe una sola raza. La raza humana. La sociedad a través de la historia nos ha tratado de diferenciar en colores, y nos quiere hacer creer que lo blanco es lo mejor.
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Pero vamos a caer en juego de los colores porque simplemente ese es el mundo en el que vivimos. “Los Oscars son demasiado blancos” decía el hashtag en twitter, (#OscarsAreSoWhite). No estoy de acuerdo.
Entre los ganadores de la noche encontramos a alguien que hizo historia, un mexicano que ganó por segundo año consecutivo el premio al mejor director. Alejandro González Iñárritu no es blanco.
Pero ese no fue el único premio histórico de la noche. Un cortometraje animado llamado “Bear Story” ganó el primer Oscar en la historia de Chile. Gabriel Osorio y Pato Escala no son blancos.
Por último Emmanuel Lubezki, mexicano al igual que González, se llevó su tercer Oscar consecutivo como mejor cinematografía. Lubezki no es blanco. Es tan latino que le apodan El Chivo.
Estos tres, son claros ejemplos que no hay controversia, si hay diversidad en los Oscars, no es la diversidad que algunos grupos desean, pero si la hay. Nunca en mi vida hubiera podido pensar que un mexicano o dos, serían los dueños absolutos de la categoría de mejor director y mejor cinematografía.
Supongo que los Chilenos, Osorio y Escala, nunca soñaron con tener en su poder una estatuilla de la Academia.
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Es tiempo de dejar de hacer controversia en donde no la hay. Chris Rock lo dijo en forma elocuente “en los años 60’s no protestamos los Oscars, porque teníamos cosas más importantes porque protestar”.
Voy más allá, en el 2016 existen cosas más importantes porque protestar, ¿un ejemplo? qué les parece el candidato líder del partido republicano. Protestemos eso.
