El actor británico Kenny Baker, quien dio vida al emblemático R2-D2 en la saga Star Wars, ha muerto a los 83 años, según informa el diario británico The Guardian.
Baker, de apenas 3 pies con 8 pulgadas de estatura, saltó a la fama en 1977 cuando interpretó al androide más famosos de Hollywood, R2-D2, en la película Star Wars. El actor regresó a su papel en The Empire Strikes Back y The Return of the Jedi.
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Baker había estado enfermo durante los últimos dos años con una afección pulmonar.
«Él proporcionó muchísima felicidad a miles de personas, estamos celebrando el hecho de que era querido alrededor del todo el mundo. Estamos muy orgullosos de lo que ha conseguido a lo largo de su vida», dijo su nieta, Abigail Shield, quien confirmó la muerte del actor.
Aunque la serie Star Wars fue la que lanzó su carrera, Baker también participó en The Elephant Man, Flash Gordon, Willow y The Goonies. Además, interpretó papeles en series de televisión como The Muppets Show y The Hunchback of Notre Dame.
El actor hizo la mayoría de sus apariciones en la sala junto al personaje de C-3PO, interpretado por Anthony Daniels, alguien con quien nunca se llevó muy bien. En la última película de la franquicia, The Force Awakens, Baker participó como asesor.
«Cuando era pequeño le dijeron que no llegaría a la pubertad y al final vivió una vida plena. En los últimos años estaba enfermo, así que lo esperábamos (el momento de su muerte)», comentó Shield en un comunicado.
El actor Mark Hamill, quien interpretó el papel de Luke Skywalker en Return of the Jedi, realizó un homenaje al actor en las redes sociales.
El estudio que realizaró las películas de Star Wars, 20th Century Fox, también publicó en su cuenta oficial de Twitter una imagen del robot con el mensaje, «descansa en paz, Kenny Baker, el corazón y el alma de R2-D2».