Pixar tiene un talento especial para hacernos reír y, de repente, dejarnos con un nudo en la garganta o incluso hacernos llorar a mares. Sus películas están llenas de escenas que llegan al alma y nos recuerdan lo hermoso y complicado que es vivir y recordar. Aquí te dejamos siete momentos de Pixar que, si no te sacan una lágrima, al menos te dejarán con el corazón apretado.
Nota: esta lista contiene spoilers.
7. WALL-E olvida a EVE
WALL-E (2008)
A pesar de su escaso diálogo, WALL-E logra transmitir emociones profundas, y el momento en que pierde la memoria es desgarrador. Tras un accidente, su sistema se reinicia y olvida por completo a EVE y su vida en la Tierra. Durante unos instantes, ella intenta desesperadamente devolverle sus recuerdos, pero parece que todo está perdido. Cuando WALL-E comienza a triturar los objetos que solía atesorar, es imposible no sentir una punzada en el corazón. Aunque al final todo se arregla, la idea de perder lo que nos hace ser quienes somos es devastadora.
6. Bing Bong desaparece
Intensa-Mente (2015)
Bing Bong, el amigo imaginario de Riley, es un personaje querido que representa la inocencia de la infancia. Cuando se sacrifica para que Alegría pueda salvar a Riley, su despedida es una de las escenas más tristes de Pixar. “Lleva a Riley a la luna por mí”, dice antes de desvanecerse en el olvido. La escena simboliza la transición de la niñez a la adultez y la pérdida de aquellas partes de nosotros que dejamos atrás. La manera en que Pixar aborda esta idea con tanta ternura hace que sea imposible contener las lágrimas.
5. La historia de Jessie
Toy Story 2 (1999)
Jessie, la vaquera enérgica y valiente, tiene un pasado lleno de tristeza. Con una escena conmovedora acompañada por la canción “When She Loved Me” de Sarah McLachlan (“Cuando ella me amaba” de Alessandra Rosaldo, en la versión en latino), vemos cómo Emily, su dueña, pasa de quererla con todo su corazón a dejarla en el olvido con el paso del tiempo. Jessie queda abandonada bajo una cama hasta que un día es dejada en una caja de donaciones. La escena resuena con cualquiera que haya sentido el peso del olvido o la pérdida de algo que alguna vez fue amado. Es una de las escenas más devastadoras de la franquicia.
4. Sully se despide de Boo
Monsters, Inc. (2001)
La relación entre Sully y Boo es uno de los ejes emocionales de Monsters, Inc. A lo largo de la película, Sully pasa de temer a los niños humanos a desarrollar un profundo lazo con Boo. Cuando finalmente debe despedirse de ella y cerrar la puerta de su habitación para siempre, la tristeza se siente en el aire. La inocencia de Boo al llamarlo “gatito” una última vez y la expresión de Sully al marcharse hacen que sea un momento conmovedor e inolvidable. La escena final, cuando Sully vuelve a abrir la puerta y Boo dice su nombre, es un rayo de esperanza que equilibra la tristeza del adiós.
3. La vida de Carl y Ellie
Up (2009)
El inicio de Up es un golpe directo al corazón. En una secuencia sin diálogo, vemos la historia de amor entre Carl y Ellie, desde su niñez hasta la vejez. Atraviesan momentos felices y difíciles, incluyendo la desgarradora revelación de que no pueden tener hijos. Justo cuando Carl decide finalmente llevar a Ellie a la aventura que siempre soñaron, ella enferma y fallece, dejando a Carl solo con sus recuerdos. En solo unos minutos, y con una melodía que llega al corazón, Pixar logra contar una historia de amor que deja a cualquiera con lágrimas en los ojos.
2. Andy se despide de sus juguetes
Toy Story 3 (2010)
Quienes crecimos con Toy Story sentimos un golpe emocional cuando Andy finalmente deja ir a sus juguetes. En la escena final de Toy Story 3, Andy le entrega sus amados juguetes a Bonnie, presentándolos uno por uno con nostalgia y cariño. Pero cuando llega a Woody, duda por un instante, reflejando lo difícil que era dejar atrás su infancia. Para despedirse, juega con ellos una última vez antes de marcharse, cerrando así una etapa para una generación entera de fans y dejando una mezcla de tristeza y gratitud.
1. Miguel canta “Recuérdame” a Mamá Coco
Coco (2017)
Coco es una película repleta de momentos emotivos, pero ninguno tan fuerte como cuando Miguel canta “Recuérdame” a su bisabuela. Mamá Coco, que ha estado perdiendo la memoria, reacciona al escuchar la canción que su padre le cantaba cuando era niña. Su expresión cambia, y por un instante vuelve a conectar con su pasado, recordando a su padre y sanando la fractura familiar. Es un momento de pura emotividad que toca fibras profundas sobre la importancia de la familia y el recuerdo de quienes ya no están.