La fórmula para las películas de Jurassic Park siempre ha sido relativamente simple: tomar una isla llena de dinosaurios, agregar humanos y dejar que se desate el caos.
La receta ha sido modificada un poco en distintas ocasiones, pero los ingredientes fundamentales siempre han permanecido constantes, al igual que la emoción de sus fanáticos, lo que ha convertido a la franquicia Jurassic Park en una de las series más taquilleras de Hollywood.
Si bien podría ser difícil igualar el más reciente éxito de Jurassic World del 2015, hay mucho para destacar en la última entrega de la franquicia, Jurassic World: Fallen Kingdom, que, aunque carece de la magia visual de su predecesor, ofrece un lado más oscuro y existencial, y una sensación de aventura más intensa que las películas anteriores. Esta es nuestra revisión completa, ¡sin spoilers!
Un estilo sombrío pero intenso
Dirigido por J.A. Bayona, Jurassic World: Fallen Kingdom trae de regreso a las estrellas de la anterior entrega, Chris Pratt y Bryce Dallas Howard, como el experto en el comportamiento de dinosaurios Owen Grady, y la ex gerente de operaciones del parque, Claire Dearing. En esta secuela, la pareja es reclutada para rescatar a los dinosaurios restantes de Isla Nublar después de que el volcán de la isla se activa de repente, pero su misión toma un giro mortal cuando quedan atrapados en el centro de un malévolo plan para utilizar a los dinosaurios supervivientes y convertirlos en poderosas armas de guerra.
El director Bayona es mejor conocido por su trabajo en películas de terror, como The Orphanage del 2007, que llamó primero la atención de la crítica y el público, y A Monster Calls del 2016, mostrando su habilidad para la fantasía oscura y los momentos de terror provocados por los efectos especiales. Esas habilidades están en exhibición en Fallen Kingdom, que se siente significativamente más sombría que Jurassic World y cualquiera de las películas anteriores de Jurassic Park.
Villanos y dinosaurios
Mientras que muchas de las películas anteriores se conformaron con dejar a varios dinosaurios como villanos principales, Fallen Kingdom presenta a algunos de los personajes humanos más abiertamente malvados de la franquicia hasta el momento, con motivaciones más siniestras que las habituales para el parque.
Después de cuatro películas que exploraron exhaustivamente casi todos los rincones de la premisa de los dinosaurios como la atracción principal, el cambio de tema le da a Fallen Kingdom una sensación única en la franquicia, pero es probable que polarice a los fanáticos.
¿Se perdió la magia?
Fallen Kingdom no parece interesada en evocar esa sensación de asombro que nos hizo abrir grandemente los ojos en Jurassic Park
Aunque Jurassic World del 2015 fue esencialmente un reinicio de la franquicia, su éxito en la captura de la sensación de la belleza visual de paisajes, y la maravilla alrededor de la idea de hacer que los dinosaurios regresen de la extinción (antes de correr y gritar, escapando de ellos), fue una gran parte de su éxito. De todas, era la más cercana en espíritu al icónico Jurassic Park original de Steven Spielberg, y al igual que aquella película de 1993, Jurassic World encendió esa sensación de asombro con impresionantes efectos visuales y cinematografía.
Lo cierto es que Fallen Kingdom se siente como una película más pequeña que Jurassic World, o incluso que la antigua Jurassic Park, ya que no parece interesada en evocar esa sensación de asombro que nos hizo abrir grandemente los ojos, al ver dinosaurios que caminan entre los seres humanos. En cambio, quiere mostrarle al público las aterradoras posibilidades de mezclar dinosaurios con los peores impulsos de la humanidad.
Los protagonistas pasan tanto tiempo tratando de evitar ser alcanzados por las mandíbulas y garras de los dinosaurios, como el que pasan ocultándose de las armas de los mercenarios, o las maquinaciones de los villanos, lo que hace que la premisa sea distinta a la de las películas anteriores. Es más que probable que generará algunas reacciones fuertes de su audiencia, y que no todas serán positivas.
Actuaciones sólidas pero no destacadas
Tanto Howard como Pratt parecen sentirse cómodos al regresar a sus personajes de Jurassic World, pero sus roles no son muy sorpresivos en Fallen Kingdom. El personaje de Howard se ha suavizado un poco desde los eventos de la película anterior, y el personaje de Pratt parece haber adquirido algunas habilidades de combate mano a mano, pero por lo demás, se lo ve corriendo, saltando y evadiendo dinosaurios como de costumbre.
Ambos actores tienen el carisma de mantener las cosas entretenidas, incluso cuando los eventos se sienten familiares. Es difícil ver a Pratt en escenas de acción sin pensar en Star Lord de Guardians of the Galaxy, además de demostrar que la dieta o ejercicios le funcionaron bastante bien, especialmente en las escenas sin camisa. Así que, por esa parte, no nos quejamos.
Aunque a los recién llegados a la franquicia les va bien en sus papeles, la película no ofrece actuaciones realmente destacadas. Es agradable ver a Jeff Goldblum repetir su papel original como el Dr. Ian Malcolm, pero solo se lo ve por un breve periodo de tiempo, para tristeza de sus seguidores.
Efectos especiales de calidad magistral
Al igual que con todas las películas de la franquicia, Fallen Kingdom es una obra maestra de efectos visuales que hace que cada escena se vea fantástica, incluso en los momentos más terroríficos de la historia. Los dinosaurios no solo son asombrosos de ver en acción, sino que también se renderizan con un nivel de detalle tan elevado, que hace que cada dinosaurio se vea distinto cuando la acción es más agitada.
En otras películas, las criaturas creadas digitalmente generalmente se confunden cuando se pelean o se agrupan en una escena, pero el nivel de atención independiente que reciben en Fallen Kingdom, y en todas las películas de Jurassic Park, los convierte en verdaderos personajes en la historia.
Preguntas existenciales
Sin embargo, a pesar de los nuevos giros en su trama, la película se queda un poco corta cuando se trata de abordar las preguntas filosóficas más profundas que presenta. El sombrío estilo de Bayona, le da a los problemas éticos explorados por la película la percepción de un peso extra, pero la historia no llega a tratar con todos los dilemas morales globales que enfrentan sus personajes.
La cuestión de si la humanidad debería permitir que los dinosaurios mueran otra vez o debería salvarlos, posiblemente amenazando nuestra propia existencia al hacerlo, se menciona una y otra vez en la película, pero nunca se explora profundamente el tema, más que preguntarse en voz alta sobre la decisión correcta. Los problemas morales relacionados con la clonación, en lo que respecta a los dinosaurios y los humanos, se presentan también en varios puntos, pero nunca se abordan con ningún esfuerzo narrativo sincero. Al final, las preguntas existenciales quedan colgando en el aire.
Nuestra Opinión
Sin duda, Fallen Kingdom es una película ambiciosa. Logra llevar a la franquicia de Jurassic Park hacia una nueva dirección, y ofrece un vistazo al posible mayor potencial de nuevas historias y narración en esta serie de películas. Sin embargo, tropieza un poco en sus esfuerzos, utilizando esa premisa como un vehículo para explorar temas más morales y filosóficos, y dejando más preguntas que respuestas.
Por otra parte, la calidad magistral de sus efectos especiales y los animales creados digitalmente, la convierten en un festín visual para quienes disectan este tipo de interacciones entre personajes humanos y animados. Y si añadimos el estilo de acción casi bordeando en el terror, es una buena opción para aquellos que disfrutan este género. Es una película que, aunque se desvía un poco, sigue la ruta de sus predecesores, incluso si filtra su mundo lleno de dinosaurios a través de un lente oscuro.
Si bien es cierto que la película tendrá una buena cantidad de detractores, que posiblemente sienten la ausencia del toque mágico de pasadas entregas, en Fallen Kingdom, la disposición de la historia para llevar a la franquicia en nuevas direcciones parece un riesgo que decidieron tomar, y el producto final es visual espectáculo que vale la pena experimentar.