Ghostbusters es una de las sagas más populares de la industria del cine y la televisión. Desde la primera versión estrenada a mediados de los ochenta hasta la última de 2016, esta franquicia ha sabido mantener un importante número de seguidores.
Ahora los fanáticos están expectantes ante una nueva entrega. Se trata de Ghostbusters: Afterlife, que debería ser estrenada el 19 de noviembre en Estados Unidos.
Algunos afortunados han podido ver de manera anticipada la película y varios sitios especializados han compartido las primeras críticas.
En general, los comentarios de los críticos son positivos, en especial para el reparto encabezado por Carrie Con, McKenna Grace, Finn Wolfhard y Paul Rudd.
“El reparto funciona muy bien a nivel icónico e interpretan a personajes más complejos que los de la primera película, se nota que el director tiene necesidad de crear buenos personajes”, señala Sherin Linden de The Hollywood Reporter.
Una opinión similar tiene Peter Debruge de Variety que, si bien cree que la película es innecesaria, señala:
“Creo que es innecesaria pero bastante disfrutable. Paul Rudd está muy bien y se gana la audiencia a carcajadas. Tiene un espíritu muy cercano al de Spielberg en los ochenta. Al final es como si los Goonies fueran Cazafantasmas”.
Demasiada nostalgia
Muchas de las críticas apuntaban a la gran cantidad de referencias que aparecen en la cinta y que recuerdan las versiones de la década de los ochenta.
“Reitman se entrega al fan service y la nostalgia, sobre todo en ese último acto, donde por culpa de eso se pierde parte del encanto. Culmina en patrones demasiado familiares y además se hace bastante larga”, escribe Christian Holub, de Entertainment Weekly.
Por su parte, Germain Lussier, de io9, afirma que la nueva entrega está “obsesionada con su pasado”.
“Se acerca mucho a ser la secuela perfecta, pero se obsesiona tanto con su pasado, en vez de con el futuro que acaba perdiendo mucho poder”, asegura el crítico.