El 27 de septiembre de 1961 se emitió por primera vez Don Gato y su pandilla (Top Cat), una serie de dibujos animados creada por William Hanna y Joseph Barbera. Como su nombre lo indica, esta caricatura muestra las aventuras de una pandilla gatuna, liderada por Don Gato, que se mueve por las calles de Manhattan.
Además de contar con la presencia de este jefe tan parlanchín y persuasivo, la pandilla estaba compuesta por el ingenuo Benito Bodoque, el enamoradizo Cucho, el despreocupado Demóstenes, el vanguardista Espanto y el coqueto Panza.
El grupo de felinos callejeros buscaba tener lujos y comodidades de la manera más fácil posible con el mínimo esfuerzo, sin importar si debía romper un poco la ley para lograr sus objetivos. Es por eso que la pandilla se encontraba en la mira del oficial Matute, el policía a cargo del vecindario que con frecuencia intentaba arrestar a estos gatos revoltosos.
A pesar de lo interesante que parecía la premisa, la serie contó solo con 30 capítulos. Lamentablemente, el público estadounidense no se interesó mucho en ella, ya que prefería ver un contenido más familiar, como Los Picapiedra (también de Hanna-Barbera).
Don Gato y su pandilla abordaba temas relacionados a los planes fallidos, las estafas, las clases sociales y las relaciones amorosas a través de ciertos personajes. Es por eso que podía ser difícil aceptar que unos “gatitos” se mostraran con intenciones engañosas, sobre todo si consideramos que los animales se asociaban principalmente a algo tierno por esos años.
Sin embargo, gracias al éxito de las series anteriores de Hanna-Barbera como El oso Yogui y El Show de Huckleberry Hound, las siguientes producciones de este estudio tenían asegurada su distribución fuera de Estados Unidos.
De esa manera, Don Gato y su pandilla fue bien recibida en España y Reino Unido, donde fue renombrada como Boss Cat, ya que allí existía una marca de alimento para gatos llamada Top Cat. Pero donde realmente fue exitosa y aún es recordada con cariño es en Latinoamérica, sobre todo en México.
¿Qué fue lo que causó esta repentina fama en los países de habla hispana? La respuesta es simple: la adaptación del guion en el proceso de doblaje. Dicha tarea fue asignada al actor, escritor y director mexicano Rubén Arvizu, cuando la serie llegó a Latinoamérica en la década de los setenta.
Arvizu tenía bastante libertad creativa al doblar los contenidos, así que no dudó en atreverse a cambiar el contexto cultural de la serie y pasarla de un ambiente neoyorquino a uno mexicano. Esto se vio reflejado en los nombres, diálogos, expresiones y modismos de los personajes.
Esa tarea también se pudo lograr gracias a la tremenda calidad interpretativa de los actores de doblaje. Algunos de ellos fueron Julio Lucena, que estuvo a cargo de la voz Don Gato; Víctor Alcocer, que interpretó al oficial Matute, y por supuesto, Jorge “el Tata” Arvizu (hermano de Rubén), quien le dio voz a Benito Bodoque y a Cucho.
“El Tata” Arvizu fue uno de los pioneros del doblaje en México, pues prestó su voz para una variedad de personajes de series y películas como Bugs Bunny, Popeye, Pedro Picapierdra y Maxwell Smart de Superagente 86.
Se caracterizaba por improvisar algunas de sus líneas mientras grababa y, en el caso de Don Gato y su Pandilla, fue a quien se le ocurrió darle un acento yucateco a Cucho y una tierna e inocente voz a Benito Bodoque. El resultado fue algo totalmente opuesto a la versión original estadounidense, pero logró que el pequeño gato azul se ganara el cariño de la audiencia latinoamericana.
Así fue como Rubén Arvizu y su selecto grupo de actores de doblaje lograron que cada personaje de Don Gato y su pandilla tuviera una personalidad identificable y que los televidentes tuvieran cierta cercanía con la caricatura.
Debido al éxito de la serie animada (en gran parte fuera de Estados Unidos), en los años posteriores estrenó tres películas: Don Gato y su pandilla en Beverly Hills (1988), Don Gato y su pandilla (2011) y Don Gato: el inicio de la pandilla (2015), una precuela de la caricatura que muestra cómo se conoció el grupo de gatos.
La segunda película contó con la voz de Jorge Arvizu para los mismos personajes que interpretó en la serie. Sin embargo, la reconocida figura del doblaje falleció en 2014, por lo que la voz de Cucho y Benito Bodoque tuvo que ser reemplazada en el filme de 2015. Dicha cinta fue dedicada a su memoria.
A pesar de que no fue valorada en su país natal y de que su animación no sobresalía ante su competencia —como las producciones de Disney o Warner—, el carisma de los personajes de Don Gato y su pandilla en español fue más fuerte e hizo que este dibujo animado se ganara un lugar en el rincón de las series más queridas de Latinoamérica.