Un detective suelto en Hollywood (Beverly Hills Cop, 1984) es una de las comedias de acción más emblemáticas de los años ochenta y la película que consolidó a Eddie Murphy como una superestrella mundial. Dirigida por Martin Brest, la cinta mezcla humor irreverente con secuencias de acción trepidantes, inaugurando un estilo que luego se replicaría en muchas producciones del género buddy cop.
La historia sigue a Axel Foley, un detective de Detroit ingenioso, hablador y con métodos poco ortodoxos. Tras el asesinato de un amigo de la infancia, Axel viaja a Beverly Hills para investigar por su cuenta, lo que lo enfrenta a un mundo completamente distinto al suyo: la opulencia californiana, la policía local rígida y un villano ligado al tráfico de drogas y al arte. El contraste entre el estilo callejero de Foley y la formalidad de los agentes de Beverly Hills genera gran parte de la comedia.
Uno de los elementos más recordados es su banda sonora, en especial el tema instrumental “Axel F” de Harold Faltermeyer, que se convirtió en un himno pop de la década. La música, junto con las persecuciones y el carisma de Murphy, ayudó a que la película se transformara en un fenómeno cultural y en un éxito de taquilla global.
Axel Foley es un impetuoso e inteligente detective de Detroit que sigue la pista del asesino de un amigo suyo hasta los barrios más elegantes de Beverly Hills. Pero antes de que Axel logre su objetivo, va a verse involucrado en una red internacional de contrabandistas y traficantes de droga.
El filme dio origen a una franquicia con varias secuelas: Un detective suelto en Hollywood II (1987), III (1994) y, décadas después, la reciente Axel F (2024), que recupera el espíritu original. La primera entrega, sin embargo, sigue siendo la más influyente, tanto por su equilibrio entre comedia y acción como por haber redefinido el papel del héroe policial en Hollywood, mostrando a un protagonista afroamericano que conquistó al público con ingenio, humor y desparpajo.