Corrían los últimos días de un convulsionado año 1987 en Chile, en las postrimerías de la dictadura de Augusto Pinochet, un año especial de protestas callejeras para derrocar la sangrienta represión. Y un 1987 donde además 77 actores chilenos fueron amenazados de muerte por el Comando 135 – Acción Pacificadora Trizano, grupo presuntamente ligado a la extrema derecha. En ese contexto, Cristopher Reeve, más bien Superman debemos decir con todas sus letras, aterrizó en Santiago en un viaje flash de 40 horas*, para apoyar a sus colegas andinos.
El dramaturgo Ariel Dorfman, autor de la obra de teatro “La muerte y la doncella” que llevara al cine el director Roman Polanski, publicó entonces una columna en The New York Times con el propósito de que la actriz Margot Kidder, quien personificaba a la reportera Louis Lane en la saga de Superman, contactara a Christopher Reeve. Sin embargo, dos semanas más tarde fue Reeve quien llamó por teléfono a Dorfman.
“¿Cuán peligroso es Chile para mí?”, preguntó Christopher Reeve por teléfono, a lo que Dorfman le respondió: “No puedo darte la menor garantía de que no te vayan a matar”. “¿Cómo podría ayudar entonces a mis colegas chilenos?”, volvió a preguntar Reeve, a lo que Dorfman le dijo: “Si vas, puedes salvarles la vida”. “Entonces, iré” (“Then, I’ll go”), dijo Reeve, comprometiéndose de inmediato a viajar a Chile.
Por qué Cristopher Reeve es el único Superman
Esta anécdota humanitaria retrata quizás porqué Reeve realmente era un súper hombre y no solo en la pantalla grande.
Pero si nos remitimos al cine, su participación en Superman desde 1978, hasta la Superman IV con un elenco insuperable y una historia que fue un legado para el cine del género de superhéroes.
La película cuenta la historia del origen de Superman, desde su nacimiento en el planeta Krypton hasta su llegada a la Tierra y su adopción por parte de los Kent. De adulto, se muda a Metrópolis y se convierte en reportero del Daily Planet, al tiempo que lucha contra el crimen como Superman. El villano principal es Lex Luthor, un cerebro criminal que planea usar un misil nuclear para desencadenar un terremoto que destruirá California y lo hará rico.
La película está protagonizada por Christopher Reeve como Superman/Clark Kent, Margot Kidder como Lois Lane, Gene Hackman como Lex Luthor y Marlon Brando como Jor-El, el padre biológico de Superman.
Fue un éxito comercial y de crítica, recaudando 300 millones de dólares en todo el mundo y convirtiéndose en la segunda película más taquillera de 1978. Recibió críticas positivas tanto de la crítica como del público, con elogios por sus efectos especiales, actuaciones y partitura de John Williams. También fue incluida en el Registro Nacional de Cine de la Biblioteca del Congreso en 2017.
Además es el Clark Kent por antonomasia, solo Reeves podía darle esa mezcla de ingenuidad y bondad al reportero del Daily Planet. Esas miradas con la Lois Lane de Margot Kidder son inigualables.
Un accidente que acrecentó su leyenda como el hombre de acero
El 27 de mayo de 1995, Reeve se rompió el cuello cuando fue arrojado de un caballo durante una competencia ecuestre en Culpeper, Virginia El accidente causó una lesión en la médula espinal que dejó a Reeve tetrapléjico de por vida
En la tarde del 27 de mayo de 1995, Reeve participó en una prueba de obstáculos en la competencia de Culpeper. Mientras Reeve, cabalgando a lomos de Buck, saltaba una valla rutinaria de tres pies y tres pulgadas con la forma de la letra ‘W’, el caballo se detuvo. Debido a esta repentina parada a mitad del salto, el cuerpo de Reeve se lanzó hacia adelante desde la parte trasera del caballo y aterrizó de cabeza al otro lado de la cerca. La lesión lo paralizó de los hombros hacia abajo, y usó una silla de ruedas y un ventilador por el resto de su vida.
Sin embargo, eso más que detenerlo, le dio más fuerza para defender a sus colegas actores, para seguir interpretando papeles en el teatro y cine y para disfrutar de su vida.
Han pasado varios actores que han interpretado al hombre de acero, el primero Kirk Alyn, o el más reciente Henry Cavil, pero posiblemente nunca más exista uno como Cristopher Reeves.
El verdadero Superman, un peinado inmutable a las tragedias y circunstancias de la vida, una mirada generosa y luchadora por los derechos humanos, un héroe sin capa y en una silla paralizado, sin kryptonita que lo detenga. He ahí porqué será siempre el único y el que sigue volando en nuestra memoria por la ciudad de nuestros recuerdos.