Si hay algo que no necesita el 2020 son las películas con temas post apocalípticos donde distintas amenazas intentan acabar con lo poco que queda de la raza humana.
Esto es algo que probablemente no consideraron quienes están detrás de Breach, la nueva película de ciencia ficción que lleva a Bruce Willis de vuelta al espacio.
El actor nuevamente tendrá que salvar a la Tierra (o lo que queda de ella) de una amenaza alienígena en el espacio, aunque esta vez el escenario será completamente distinto al de Armageddon.
Willis interpreta a Clay Young, un esforzado mecánico que viaja y trabaja a bordo de una especie de arca interestelar que transporta a los últimos sobrevivientes de la especie humana.
La nave realiza un viaje de seis meses hacia su nuevo destino, luego de que una plaga acabara con parte importante de la población del planeta.
Sin embargo, la buena onda que hay a bordo de la nave pasa a un segundo plano cuando los tripulantes se dan cuenta de que uno de los pasajeros es en realidad un ser de otro planeta que busca liquidar a los humanos.
Ahí, Willis deberá sacar a relucir sus mejores golpes y frases cargadas de soberbia que tan famoso lo hicieron en las películas de acción de los años noventa.
Hay que reconocer sí que esta película, dirigida por John Suits, no agrega nada nuevo al género y parece ser una mala copia de otras clásicas de ciencia ficción como The Thing o Alien.
Sin embargo, en un año que nos ha entregado tan poco en materia de estrenos cinéfilos, podemos llegar incluso a apreciar este tipo de apuestas, sin importar los chistes repetidos o los precarios efectos especiales.
Quienes están ansiosos por ver al viejo Willis aniquilando criaturas alienígenas deberán esperar hasta el 18 de diciembre para ver el estreno mundial de Breach.