La técnica del placement consiste en introducir con minuciosa discreción un producto comercial en una película, programa de televisión o serie.
Muchas marcas se han servido de esta técnica de marketing para promocionar las novedades de su catalogo. Para el diccionario de Cambridge, en tanto, se trata del «acto de encontrar el lugar adecuado para algo».
Quizás por eso la confesión que realizó el director Rian Johnson explique mucho de cómo trabaja Apple en la industria y cómo le gusta promocionar sus nuevos dispositivos.
La cabeza de The Last Jedi de Star Wars dio una entrevista en Vanity Fair para hablar de su nueva cinta, Knives Out, y en ese contexto (específicamente en el minuto 2’50) relató cómo Apple restringe el uso de iPhone para los malos de la película.
«También otra cosa divertida, no sé si debería decir esto o no… No porque sea como lascivo (lujurioso) o algo, sino porque me va a fastidiar en la próxima película de misterio que escribo, pero olvídalo, yo lo diré. Es muy interesante, Apple… te permiten usar iPhone en películas pero, esto es muy importante si alguna vez ves una película misteriosa, los malos no pueden tener iPhone en cámara. Entonces, oh, nooooooo. Cada cineasta que tiene un chico malo en su película que se supone que es un secreto quiere asesinarme en este momento», relató.
Para alimentar aún más la confesión de Johnson, el sitio MacRumors también validó lo propuesto por el director de cine sobre el uso negativo que podría asociarse a un iPhone con un personaje malvado.
«Apple es conocido por tener reglas estrictas sobre cómo se usan, retratan y fotografían los dispositivos. Como parte de sus pautas para el uso de marcas comerciales y derechos de autor, por ejemplo, Apple dice que sus productos solo deben mostrarse «de la mejor manera, en una forma o contexto que refleje favorablemente los productos», dice la publicación.
Lo cierto es que a nadie le gustaría morir con el golpe de un iPhone en la cabeza, quizás una razón de sobra para cuidar la marca.