Ya nos hemos habituado a ello: la evolución tecnológica hace que nos veamos forzados a renovar nuestros teléfonos móviles con mayor frecuencia de la estrictamente necesaria (si nos atenemos a una obsolescencia real de los componentes), y parece que una tecnología tan cambiante como la de los televisores ha comenzado a seguir los mismos pasos. En este sentido, Samsung ha visto una oportunidad de negocio en un modelo de suscripción mediante el cual, sus clientes obtengan un televisor nuevo cada dos años pagando una cantidad fija al mes.
Desde el punto de vista del cliente, los beneficios son claros: tendrá siempre un televisor moderno y con las nuevas tecnologías que vayan incorporándose, aunque eso sí, siempre del mismo fabricante. Pero… ¿cómo funciona exactamente el programa Samsung Upgrade? Te lo detallamos a continuación aclarando que, por el momento, únicamente es aplicable en Estados Unidos, aunque pensamos que posiblemente lleven este programa a otros países en algún momento.
Todo comienza cuando el cliente se incorpora al programa y lo hace sin tener que desprenderse de mucho dinero en el arranque: debe adquirir un televisor de la compañía adscrito a Samsung Upgrade, pero lo hará mediante una financiación sin intereses a 24 meses. ¿Qué pasa cuando han transcurrido esos dos años? El cliente podrá optar por quedarse con el televisor ya financiado, o bien, actualizar a un nuevo modelo.
Si se decide por lo segundo, la compañía le financia de nuevo la compra del nuevo modelo pero descontando un 33% del valor del televisor anterior; como ves, es lo más cercano a un renting en un automóvil. El abonado verá retirado en su domicilio el viejo televisor e instalado el nuevo como si nada, y el nuevo televisor será a su vez financiado durante otros 24 meses adicionales en las mismas condiciones.
Para Samsung, este esfuerzo financiero le sale rentable por cuanto logra fidelizar a estos clientes y se asegura de que no se irán a la competencia. El gigante coreano ofrece además la opción de financiar a 36 meses en lugar de a dos años, para quienes no sea tan importante renovar el televisor con tanta frecuencia. ¿Merece la pena el programa? Si el cliente tiene claro que su marca es Samsung y está dispuesto a cambiar de televisor cada dos años, sin duda.