Drones de entrega de Alphabet han estado realizando pruebas, distribuyendo comida mexicana y medicamentos en lugares remotos de Australia.
Durante varios años, Alphabet, la compañía matriz de Google, ha estado trabajando en el desarrollo de sus drones de entrega Project Wing. Esta semana, la compañía reveló que ha estado probando su último diseño en el mundo real, al transportar medicamentos y comida a personas que viven en comunidades rurales en Australia. Más específicamente, junto a las medicinas distribuyeron burritos mexicanos.
Es una mezcla interesante de artículos, sin duda, pero la comida rápida y los suministros médicos son dos tipos de entregas que hasta ahora han demostrado ser populares entre aquellos que buscan hacer uso de la tecnología de naves no tripuladas.
En este caso, el dron de Alphabet incorpora hélices y alas. Las hélices le permiten desplazarse para dejar caer las entregas a través de una correa, y las alas le dan más velocidad y estabilidad en vuelo hacia y desde su destino.
Las pruebas actuales implican volar el dron de Alphabet a los sitios de carga de las tiendas u organizaciones asociadas, antes de llevar los artículos solicitados a los clientes que viven en áreas aisladas en el sureste del país.
En una actualización sobre su progreso, James Ryan Burgess, uno de los directores de Project Wing, dijo que su equipo está trabajando para transformar el transporte, y “hacer que sea más fácil, más barato y más ecológico recibir paquetes y artículos, o lo que sea que se podría necesitar”.
Burgess señaló en un blog que las personas que viven en áreas rurales están a la expectativa de poder utilizar la tecnología de los drones en su vida cotidiana. Vivir alejado de las grandes urbes tiene sus desventajas.
«Los miembros del grupo de evaluadores de este proyecto, que incluyó a familias jóvenes, profesionales ocupados y personas jubiladas, tuvieron muchas sugerencias sobre cómo nuestra tecnología podría abordar inconvenientes fundamentales», escribió Burgess. «Querían comidas frescas entregadas a la hora de la cena. Algunos que manejan pequeños negocios en el hogar querían poder enviar pedidos de clientes desde su puerta. Unos pocos con granjas querían suministros para llegar a sus potreros, o repuestos para sus vehículos entregados en su propiedad. Casi todos dijeron que valorarían que les entregaran medicamentos en su puerta, especialmente cuando están enfermos».
Burgess explicó que aunque Alphabet pudo probar su dron de entrega con estudiantes de Virginia Tech en 2016, las estrictas normas de seguridad significaban que su dron solo podría aterrizar en campos abiertos. Pero como las reglas que rigen las pruebas de drones son un poco más relajadas en Australia, han podido probar entregas a direcciones residenciales.
Los diferentes diseños de patios y áreas circundantes, como árboles, cobertizos, vallas y líneas eléctricas, han significado que además de aprender lo que la gente quiere, también están ayudando a desarrollar mejores técnicas de entrega, refinar el mapeo y la tecnología de sensores del dron, para evitar esos obstáculos a medida que se acerca a una propiedad.
«Cuantas más entregas de prueba hagamos, exponiendo los sensores de nuestro dron a nuevas ubicaciones, más inteligentes serán los algoritmos de nuestro avión para elegir un lugar seguro para entregas futuras», añadió Burgess.
Todavía no se anunció un cronograma para cuándo Alphabet podría tener un sistema de entrega de drones completamente desarrollado y funcional, pero al menos el proyecto parece estar moviéndose ahora en la dirección correcta.