Con tantos avances en tecnología y creaciones de robots, es imposible que las personas no nos sintamos amenazadas por estos dispositivos que, en un futuro no muy lejano, pudieran ocupar nuestros puestos de trabajo. Y aparentemente ya están empezando a hacerlo en el mundo de la moda.
¡Así como leíste! Recientemente las modelos que participaron en la Semana de la Moda en Milán vieron amenazados sus puestos de trabajos y lo más sorprendente es que no fue por robots esbeltas con pelucas, sino por unos drones convencionales.
La reconocida marca italiana Dolce & Gabbana, sorprendió a todos los espectadores con un desfile que no inició con su acostumbrada exhibición en las pasarelas, sino que involucró la participación de varios drones volando por el aire que exhibieron su última gama de bolsos de cuero acolchado, como parte de su colección de otoño e invierno. ¿Te lo imaginas?
Alrededor de siete drones fueron los encargados de mostrar la nueva propuesta de bolsos creados por Domenico Dolce y Stefano Gabbana que además llevó por nombre “Fashion devotion”.
Sin embargo, debemos admitir que los preparativos para este gran desfile volador no fueron perfectos, ya que debido a que no eran personas sino dispositivos tecnológicos los que se debían preparar, se necesitó mas de una hora para hacerlo. Lo que nos sugiere que la revolución de los robots o los drones al menos aún no está del todo preparada para la puntualidad en eventos en vivo.
Aparentemente, el problema que surgió antes de comenzar el evento fue que costó mucho trabajo mantener los drones en tierra, debido a que muchas personas presentes se negaron a apagar el Wi-Fi en sus teléfonos inteligentes, una petición que se había hecho con anterioridad por los organizadores del evento, para reducir la posibilidad de cualquier interferencia que afectara el vuelo de los drones.
«Las señales y los anuncios en varios idiomas se debatieron en múltiples ocasiones para que los miembros de la audiencia apagaran sus Wi-Fi personales y puntos calientes», informó Fashionista, que asistió al evento.
Una vez que D&G pudo controlar la seguridad del espacio aéreo para evitar inconvenientes, los drones volaron sobre la pista de aterrizaje. Varios miembros de la audiencia integrada por 600 personas gritaron de emoción cuando las máquinas con hélices se abrieron paso a lo largo de la pasarela.
Además, se apreció un par de personas con batas blancas que paseaban cautelosamente por el recinto, posiblemente preparadas para interceptar algunos de estos dispositivos si se caían o para administrar primeros auxilios en caso de que un mal funcionamiento de los drones provocara heridos ¡Afortunadamente nada de eso pasó!
Cuando los modelos drones se apagaron, llegó el momento para los modelos humanos, los cuales desfilaron la nueva colección de ropa D&G, seguramente muy felices que aún los drones ni robots han podido suplantar su trabajo por completo. Al menos por ahora.