Un total de 18,300 americanos aplicaron para ser astronautas durante la reciente ronda de reclutamiento de la NASA, destruyendo el último record de 8,000 aplicantes en 1978, y casi tres veces más que el número alcanzado en 2012, cuando la agencia espacial había lanzado la última convocatoria.
Es probable que el nuevo record se deba al incremento del uso de las herramientas online, pero tampoco hay que descartar el efecto positivo que pudo haber tenido la decena de películas espaciales que se estrenaron en el último tiempo —Gravity, The Martian, Insterstellar, Ender’s game, etc.
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La ventana para aplicar al puesto de astronauta estuvo abierta por nueves semanas y cerró el martes pasado, y significó el comienzo del proceso de 18 meses que concluye con la selección de entre 8 y 14 candidatos.
Empezando en 2017, los seleccionados recibirán un entrenamiento de dos años en sistemas de naves espaciales, lengua rusa, uso de trajes espaciales para transportarse, y otras competencias necesarias, dijo la NASA.
Aquellos que completen el programa tendrán obligaciones técnicas en el Centro Espacial Johnson en Houston, antes de ser asignados a la Estación Espacial Internacional, o a la nueva aeronave de la NASA —Orion— que posiblemente vuele tripulada por humanos, por primera vez, en 2023, o a alguno de los proyectos comerciales de naves espaciales que están en desarrollo en los Estados Unidos: Boeing CST 100 Airliner y SpaceX Crew Dragon.
“No es sorprendente que tantos americanos de diferentes lugares y con diferentes historias quieran personalmente contribuir en nuestro camino a Marte”, dijo el administrador de la Nasa y ex astronauta Charlie Bolden en respuesta al record de aplicaciones. “Unos pocos hombres y mujeres excepcionalmente talentosos serán los astronautas elegidos en este grupo, ellos tendrán el honor de volar al espacio exterior, otra vez, desde suelo americano y con una nave americana”.
Desde el retiro de la flota del Space Shuttle hace cinco años, la NASA ha tenido que depender de los cohetes rusos para lanzar sus astronautas al espacio. Pero ahora, con Orion, Estados Unidos se prepara para volver a lanzar una nave, nuevamente, desde el famoso Cabo Cañaveral —con los nuevos astronautas como sus tripulantes.