A días del sorteo y con las clasificatorias todavía inconclusas, un controversial nuevo capítulo sumó el próximo Mundial de Fútbol. La organización de Qatar 2022 admitió la existencia de explotación laboral durante los preparativos de la fiesta máxima del balompié.
En un comunicado, los responsables de la Copa del Mundo de la FIFA reconocieron que “tres empresas no cumplieron en una serie de áreas […] Estas violaciones fueron completamente inaceptables y llevaron a la aplicación de una serie de medidas”, añadieron.
Sin dar detalles, aseguraron que los contratistas pasaron a “una lista de vigilancia o lista negra para evitar que trabajen en futuros proyectos”. Además, señalaron que solicitaron “una mayor investigación y acción punitiva” al Ministerio de Trabajo.
Amnistía Internacional ha reportado múltiples casos de vulneración de los derechos de los trabajadores en Qatar 2022. Entre otras denuncias de “trabajo forzado”, afirmó que guardias de seguridad laboraron más de 60 horas semanales sin días libres en meses o años.
Stephen Cockburn, director del Programa de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional, lamentó la indefensión en que se hallan los trabajadores. “Muchos guardias de seguridad sabían que sus empleadores estaban infringiendo la ley, pero se sentían impotentes para desafiarlos”, comentó a Associated Press (AP).
“Agotados física y emocionalmente, seguían presentándose a trabajar bajo la amenaza de sanciones económicas”, complementó. Según el directivo de la ONG, los empleadores también los intimidaron con “rescisión del contrato o la expulsión”.
A juicio de Cockburn, los abusos en el sector de la seguridad privada siguen siendo “sistemáticos y estructurales”. Por lo mismo, llamó a la FIFA a intensificar los esfuerzos por prevenir los abusos o “verá el torneo aún más empañado por estos”.