Es probable que los Juegos Olímpicos de Tokio dejen como legado un debate necesario en torno a la salud mental de los deportistas, en especial quienes están sometidos a mucha presión y estrés.
Un estudio realizado el año pasado a atletas que ganaron medallas olímpicas en las últimas décadas muestra que quienes obtienen una medalla de plata son más infelices que aquellos que se llevan una de bronce.
“Es bastante contraintuitivo, porque el medallista de plata acaba de rendir mejor, pero descubrimos que los ganadores del tercer puesto tienden a expresar más felicidad después de un evento olímpico, que los que quedan en segundo lugar”, explica la profesora Andrea Luangrath, autora de la investigación.
El trabajo analizó a los ganadores de medalla de los últimos cinco JJ. OO. y analizó las expresiones faciales de los medallistas mediante un programa informático para estudiar marcadores como las microexpresiones y el lenguaje corporal.
Los resultados del estudio muestran que los deportistas ven sus medallas desde perspectivas diferentes. Quienes obtienen plata tienden a pensar en su victoria como un defecto por haber perdido por poco el oro.
De acuerdo con la investigación, ellos se centran más en el hecho de haber dejado escapar el primer lugar por escaso margen.
Por su parte, quienes se quedan con el bronce, consideran que su victoria es mejor que el cuarto puesto, ya que al menos consiguieron ganar una medalla.
“Siempre habrá personas con las que podamos compararnos, que sean mejores, más rápidas, más inteligentes o lo que sea, y eso puede hacernos sentir relativamente mal”, agrega la autora.