Este 12 de septiembre y luego de un trabajo conjunto entre Intel y Apple, se presentó finalmente Thunderbolt 5, una tecnología de interfaz de hardware de alta velocidad que hizo su debut en 2011.
Su objetivo principal es ofrecer velocidades de transferencia de datos rápidas y admitir una amplia gama de conexiones de datos y pantallas a través de un solo puerto. A lo largo de los años, Thunderbolt ha visto varias iteraciones, cada una de las cuales ofrece un rendimiento y funcionalidad mejorados.
El estándar ofrece un potencial de ancho de banda total de hasta 120 Gbps, dependiendo de la utilización de la tecnología Bandwidth Boost. Thunderbolt 5, en su configuración predeterminada, proporciona una conexión bidireccional de 80 Gbps. Sin embargo, cuando surge la necesidad de pantallas de alta resolución con mayores frecuencias de actualización o para acomodar múltiples pantallas, los dispositivos pueden aprovechar la velocidad total de 120 Gbps. En tales escenarios, la velocidad de recepción se puede ajustar de manera flexible, desde 80 Gbps hasta 40 Gbps.
Una característica notable de Thunderbolt 5 es la compatibilidad con DisplayPort 2.1, USB v4, USB 3 20G y PCIe Gen4. Este estándar también incluye soporte de carga de hasta 240W, eliminando la necesidad de cables de carga separados para algunas computadoras portátiles. La inclusión de la compatibilidad con PCIe Gen4 implica que Thunderbolt 5 desbloqueará un mayor potencial de ancho de banda para las GPU externas, abordando potencialmente una de las principales limitaciones de los estándares Thunderbolt 3 y 4. Sin embargo, para que esto sea totalmente compatible, los sistemas deben estar equipados con enlaces compatibles con PCIe que funcionen a velocidades de 64 Gbps.
Se anticipa que las próximas computadoras portátiles, potencialmente aquellas basadas en la arquitectura Meteor Lake, podrían estar entre los sistemas pioneros en incorporar Thunderbolt 5. Oficialmente, los primeros sistemas con esta tecnología se lanzarán en 2024.