La venta del iPad se conoció a fines del año pasado, cuando medios locales anunciaron que Gonzalo Aemilius, un sacerdote uruguayo que obtuvo la tableta como regalo del Pontífice en 2013, la había donado al Liceo Francisco, una institución educativa cristiana de la ciudad de Paysandú y que a su vez, decidió subastarla para recaudar unos 40 mil dólares necesarios para la ampliación del edificio escolar que aloja a 50 estudiantes de bajos recursos.
La tableta de color plateado y blanco, tiene una inscripción “Su Santidad Francisco”, grabada en su parte posterior y está acompañada de un certificado de “autenticidad” emitido por autoridades vaticanas y que constata el hecho de su donación.
