La industria del almacenamiento ha experimentado un cambio significativo, con la eliminación gradual de los SSD PCIe Gen 3 M.2 a medida que los fabricantes se centran en estándares más nuevos y rápidos como PCIe Gen 4 y Gen 5. Sin embargo, la transición ha sido lenta.
Sin embargo, según un informe de ServeTheHome, los fabricantes de SSD finalmente están descontinuando la producción de estos SSD más antiguos para PC. El informe afirma que este cambio está impulsado por la creciente asequibilidad y adopción de los SSD PCIe Gen 4, que ofrecen casi el doble de ancho de banda que Gen 3. Los principales fabricantes de chips, como Intel y AMD, ahora admiten PCIe Gen 4 como base para las nuevas plataformas, lo que acelera aún más la transición. Por ejemplo, el recién lanzado Core Ultra 200S de Intel, junto con el chipset Z890, ofrece canales PCIe que comienzan en PCIe 4.0.
Los SSD PCIe Gen 3, que existen desde principios de la década de 2010, se están volviendo cada vez más irrelevantes, especialmente para los modelos de alta capacidad. Mientras que las SSD Gen 3 de menor capacidad siguen en circulación, las unidades de gran capacidad ahora están predominantemente basadas en PCIe Gen 4. Las SSD PCIe Gen 5 también están ganando terreno, ofreciendo un rendimiento aún mayor, especialmente para cargas de trabajo que exigen velocidades extremas de lectura/escritura, como juegos, edición de video y tareas intensivas en datos.
Este movimiento no se limita a los mercados de consumo. Las plataformas de nivel empresarial también se están alejando de la Gen 3 en favor de PCIe Gen 5 e incluso PCIe Gen 6 SSD, ya que las empresas requieren un mayor rendimiento para los servidores y los centros de datos. Las limitaciones de PCIe Gen 3 son cada vez más evidentes, particularmente en aplicaciones de vanguardia, lo que lleva a los fabricantes a detener la investigación y el desarrollo y la producción de modelos Gen 3.
En los próximos años, se espera que el mercado vea el dominio de PCIe Gen 4, con PCIe Gen 5 convirtiéndose en la corriente principal. A medida que los fabricantes adopten plenamente estos nuevos estándares, los consumidores se beneficiarán de soluciones de almacenamiento más rápidas y eficientes que satisfagan las crecientes demandas de la informática moderna.