Es probable que cuando revises las características de una PC o laptop de gama alta te encuentres con una especificación que salte porque no es precisamente común al hablar de unidades de almacenamiento: RAID. Lo cierto es que RAID, siglas de Redundant Array of Independent Disks (en español, matriz redundante de discos independientes) no es ni siquiera una tecnología y mucho menos una configuración novedosa, sino simplemente una forma de ocupar al menos dos unidades de almacenamiento para mejorar el rendimiento de un equipo de cómputo o de hacerlo más fiable ante ciertos escenarios. Sea cual sea el caso, por si lo encuentras en la especificación de una PC, aquí te decimos qué es SSD Raid y cómo afecta al rendimiento de una computadora.
SSD RAID: qué es y para qué sirve
RAID no es más que una forma de configurar las unidades de almacenamiento de una PC o laptop. A grandes rasgos y sin caer en tecnicismos, una RAID combina dos o más discos duros o unidades de estado sólido para que el sistema operativo (porque la RAID puede hacerse en Windows, Mac o Linux) los reconozca como una sola unidad.
Si en la especificación de una PC o laptop ves SSD RAID, significa que las unidades de estado sólido del equipo están agrupadas en RAID, y lo más probable es que se trate de una RAID-0.
La principal ventaja de configurar dos o más discos duros o unidades de estado sólido como una RAID es una mejora en la velocidad de lectura y escritura, así como evitar la pérdida de datos en caso de una falla.
Cabe mencionar que la configuración RAID no suele ser precisamente común en computadoras de uso doméstico, sino que más bien se trata de un setup común en servidores en centros de datos o en servidores domésticos, también conocidos como servidor NAS. No obstante, en equipos de alto rendimiento con más de una unidad de almacenamiento, es posible que vengan con una configuración RAID 0.
Los tipos de RAID más comunes y para qué sirven
Existen 15 tipos diferentes de configuraciones RAID, sin embargo, por motivos de usabilidad, solo abordaremos tres de ellas: RAID 0, RAID 1 y RAID 5. Cada una varía en función de cómo y en cuántas unidades de almacenamiento se distribuyen los datos.
Típicamente, para usuarios domésticos la configuración RAID más utilizada es RAID 0. En ella, la información se distribuye equitativamente entre las dos unidades de almacenamiento. Su ventaja es que incrementa la velocidad de lectura y escritura.
No obstante, hay que considerar que el total de almacenamiento será la suma de unidades de la misma capacidad. Por ejemplo, dos unidades de 1 TB cada una darán una matriz de 2 TB. En cambio, si se utilizan unidades de capacidades diferentes, por ejemplo, una de 500 GB y otra de 1 TB, el resultado será una matriz de 500 GB.
Otra de las matrices más comunes es RAID 1, que es una configuración bastante útil para servidores. En una RAID 1 el aspecto crucial es la redundancia de datos, es decir, cada unidad de almacenamiento tiene exactamente la misma información y es especialmente útil para tener un respaldo de datos por duplicado. Como en el caso de la RAID 0, si una de las unidades es de menor capacidad, por ejemplo, 1 TB y 500 GB, el tamaño de la matriz será de 500 GB.
Además de la redundancia de datos, la RAID 1 también mejora la velocidad de escritura y lectura.
La última configuración es RAID 5. En esta se requiere un mínimo de tres unidades de almacenamiento, en las que la información y los respaldos están distribuidos en todos los discos de la matriz. La capacidad de la matriz equivale al número de unidades -1 por la capacidad de almacenamiento del disco más pequeño. Por ejemplo, si utilizas tres discos de 1 TB, la capacidad de la matriz será de 2 TB.
La ventaja de la RAID 5 es que además de aumentar la velocidad de lectura y escritura, acepta tolerancia a errores en uno de los discos. Su contrapunto es que este setup requiere más unidades de almacenamiento, y por lo tanto, es más costoso.
Si estás más interesado en saber sobre los distintos tipos de RAID, te sugerimos leer este artículo de Intel.