Pese a lo que se había anunciado en un comienzo, la pantalla azul de la muerte estará de regreso en Windows 11 para continuar con una tradición casi ancestral de Windows y sus fallas catastróficas.
La pantalla de la muerte (también conocida por sus siglas en inglés BSOD) de Windows 11 sería de color negro, según las primeras pruebas realizadas por Microsoft hace meses. Sin embargo, esto cambió: la Black Screen of Death será reemplazada por una pantalla con el fondo azul, que no tendrá exactamente la misma tonalidad que otras pantallas de la muerte, pero que será un recordatorio del mismo martirio.
La actualización de Windows 11 en cuestión es la 22000.346 y viene con una extensa lista de cambios y corrección de problemas; entre otros aspectos, soluciona el problema que tienen algunos procesadores que se bloquean al suspender el equipo, lo que significa que hay que reiniciar el sistema por completo. También se elimina el problema del control de volumen de algunos auriculares Bluetooth.
Esta nueva actualización de Windows 11 está disponible desde hace unos días para los usuarios del programa de insiders. Durante los próximos días, el resto del público también podrá disfrutar de dicha actualización, la misma que elimina la posibilidad de utilizar el programa EdgeDeflector para saltarse el navegador Edge.
Una vez actualizado Windows 11, las próximas pantallas de la muerte no solo avisarán que el equipo se tendrá que reiniciar debido a un fallo, sino que también traerán a la memoria uno de los íconos más recordados e insignes de toda la era de Windows.
Y tanto así que el propio Bill Gates lo sufrió en público, en una antigua presentación de Windows 98 que falló al conectarle una impresora. La pantalla azul de la muerte no respeta a nadie, ni siquiera a su propio creador.