Nvidia anunció la suspensión de la compra de ARM, decisión tomada en conjunto con SoftBank Group, propietaria de ARM Holdings.
De acuerdo con Nvidia, ambas compañías decidieron cancelar la compra de la división de semiconductores debido a “importantes desafíos regulatorios que impiden la consumación de la transacción”.
Sin embargo, Nvidia deberá pagar $1,250 millones de dólares a SoftBank por no haber llevado a cabo la transacción. Además, Simon Segars, director general de ARM, dejará su puesto para ser reemplazado por el jefe de IP de la compañía, René Haas.
El acuerdo se anunció originalmente en septiembre de 2020 y, de concretarse, se hubiese convertido en uno de los mayores de la industria, pues otorgaría a Nvidia el control de la compañía cuya arquitectura y propiedad intelectual resultan clave para casi todos los chips de smartphones y tabletas.
Ahora, SoftBank irá tras una oferta pública inicial en el año fiscal que comienza el 1 de abril, mientras que ARM mantendrá la licencia para seguir utilizando la tecnología de la división de semiconductores.
“Aprovecharemos esta oportunidad y comenzaremos a prepararnos para hacer pública ARM y para hacer aún más progresos”, afirma Masayoshi So, propietario de SoftBank Group.
Cuando se informó sobre este principio de acuerdo por un monto cercano a los $40,000 millones de dólares, la incertidumbre se comenzó a propagar por los reguladores de diferentes países y por las compañías que usan la tecnología de ARM.
De hecho, un artículo de Bloomberg expresó las preocupaciones por parte de reguladores de Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea por lo que Nvidia podría hacer si fuera propietaria de ARM.