Quien usó por primera vez una computadora de escritorio a principios de este siglo sabe bien qué es Windows Live Messenger: seguro provocó que estuviera horas frente a la PC, y no tanto por la lenta conexión a internet de aquellos tiempos, sino porque representó un servicio de comunicación instantánea muy completo para los usuarios. Pero entonces… ¿qué pasó? ¿Por qué no se mantuvo vigente una década después? Microsoft informó el 7 de noviembre de 2012 que retiraría Windows Live Messenger y que su red se integraría a Skype.
Con motivo de esta fecha, te damos algunas razones que pudieron haber provocado el cierre de la plataforma hace ocho años.
La actual aplicación líder de mensajería instantánea, WhatsApp, nació en 2009, y poco a poco iba conquistando «terreno» y más usuarios. Por ejemplo, en 2010, llegó a BlackBerry, mientras que en 2011, consiguió el hito de los mil millones de mensajes en un día.
Con una base de 450 millones de usuarios en 2014, la app es adquirida por Facebook, con la intención de hacerla crecer y «conectar a todo el mundo», por lo menos eso fue lo que declaró Mark Zuckerberg en su momento.
Lo cierto es que WhatsApp le dio un impulso notable a la mensajería instantánea: el usuario no tenía que preocuparse más por un límite en sus mensajes (SMS), estar anclado a la computadora para comunicarse con sus seres queridos (Windows Live Messenger) o depender del mensajero por defecto de un determinado celular (BlackBerry Messenger).
La consolidación de los smartphones
Sí, es verdad que Apple le dio forma a lo que hoy se conoce como el celular moderno en 2007, cuando desveló su primer iPhone. Luego, en la década de los 2010, desfilaron varias familias de equipos que ahora son emblemáticas, como los Galaxy S, Galaxy Note y Google Pixel.
Eso desencadenó el auge de múltiples aplicaciones que supieron aprovechar muy bien «el tren móvil», como Instagram y Spotify. Sin embargo, también puso en evidencia a las que fueron un referente en el escritorio y que no tenían un boleto de subida, como la misma Windows Live Messenger y Myspace (esta última logró su máxima popularidad en la primera década del presente siglo).
El auge de las tiendas de aplicaciones
El desarrollo de nuevos teléfonos inteligentes también implicó la creación de tiendas digitales en donde se pudieran encontrar apps de todo tipo, listas para ampliar las posibilidades de los smartphones.
Para entender su magnitud, sirve el ejemplo de la App Store. Cuando se presentó en julio de 2008, solo había un total de 500 apps, sin embargo, para septiembre de 2010, el número de desarrollos móviles aquí ya alcanzaba los 250,000.
No todos los servicios y plataformas pudieron adaptarse al nuevo ritmo, especialmente los que nacieron hace más de 20 años. O cuando trataron de hacerlo —BlackBerry Messenger llegó a teléfonos inteligentes de otras marcas en 2013—, ya era demasiado tarde.
Si bien Windows Live Messenger arribó en 2010 a la App Store, no lo hizo de manera masiva, ya que solo se podía descargar desde Estados Unidos, Canadá, Francia e Inglaterra. En tanto que WhatsApp seguía ganando popularidad.
¿Cambio generacional?
Se podría decir que la primera década de los 2000 consolidó a plataformas como Windows Live Messenger y Myspace en el escritorio, mientras que la de los 2010, a las aplicaciones móviles como Instagram, WhatsApp y Spotify.
Eso no quiere decir que cada 10 años se puede marcar un plazo para el fin de un servicio. Sin embargo, lo que queda claro es que no todos van a resistir la apabullante velocidad del desarrollo tecnológico.
Así como Windows Live Messenger marcó a toda una generación, también lo está haciendo, guste o no, TikTok, que ha sido calificada como la red social favorita de los más jóvenes y la que pone en aprietos a Facebook. Ya se verá qué dictan «los gustos tecnológicos» en la siguiente década.