Los diseños modernos de laptops han evolucionado considerablemente gracias a un proceso largo y lleno de hitos importantes. Desde las primeras portátiles hasta los diseños delgados y ligeros de hoy en día, cada una ha dejado su huella en la industria, llevándonos a la tecnología que disfrutamos en la actualidad. Entre las muchas opciones destacadas, aquí presentamos algunas de las 7 laptops más importantes de todos los tiempos.
Osborne 1 (1981)
El Osborne 1, frecuentemente citado como uno de los primeros modelos de computadora portátil, generó cierta controversia debido a su necesidad de estar conectado a la corriente y la falta de una batería interna. A pesar de estas limitaciones, fue diseñado para ser transportado entre diferentes lugares, aunque no era ideal para su uso en movimiento constante.
Fue promocionado como el único equipo que cabía debajo de un asiento de avión, aunque su peso de aproximadamente 11.34 kg hacía poco práctico usarlo sobre las piernas. Equipado con un procesador Zilog Z80 de 4MHz, 64KB de RAM y utilizando disquetes (o discos floppy) de 5.25 pulgadas para almacenamiento, su pantalla CRT monocromática de 5 pulgadas ofrecía una capacidad modesta de visualización de texto.
Lanzado inicialmente a un precio de 1,795 dólares (unos 4,960 dólares en la actualidad), el Osborne 1 incluía alrededor de 1,500 dólares en software, lo que lo hacía extremadamente valioso para los pioneros de la informática en esa época.
Apple PowerBook 100 (1991)
Aunque el Macintosh Portable de Apple de 1989 era más grande y potente, su elevado precio y diseño voluminoso le impidieron alcanzar el mismo estatus icónico que su hermano menor y más asequible, el PowerBook 100. Este último se destacó por su equilibrio entre rendimiento, portabilidad y precio, al tiempo que introdujo innovaciones que se han mantenido en las laptops modernas.
El PowerBook 100 incluía un reposamuñecas y un trackball para navegar, un precursor de los touchpads actuales. Equipado con un procesador Motorola 68000 de hasta 16MHz, hasta 8MB de RAM y un disco duro SCSI de 20-40MB, ofrecía un rendimiento sólido para su tiempo. Además, su pantalla LCD monocromática de 9 pulgadas con una resolución de 640×400 y su peso de 2.31 kg lo hicieron notablemente ligero para la época, convirtiéndolo en un éxito entre los profesionales.
IBM ThinkPad 700C (1992)
El IBM ThinkPad 700C, lanzado en 1992, representó un comienzo modesto pero notable en los laboratorios de ingeniería de IBM, antes de que la marca ThinkPad se asociara con Lenovo. Este modelo inicial se destacó rápidamente por su diseño innovador, inspirado en una caja de cigarros, con un chasis cuadrado que ofrecía un aspecto profesional y funcional. A pesar de que hoy en día su diseño puede parecer simple, en su momento fue una revolución en el mundo de las laptops.
La pantalla a color de matriz activa del ThinkPad 700C fue particularmente elogiada por su capacidad para mostrar colores vivos y texto nítido. Con un procesador Intel 486SLC de 25MHz, hasta 16MB de RAM, un procesador gráfico Western Digital WD90C26 y 20MB de almacenamiento en estado sólido, ofrecía un rendimiento impresionante para su época. Aunque su peso de 3.45 kg lo hacía más pesado que algunos de sus competidores, no era la laptop más pesada del mercado, lo que lo convirtió en una opción atractiva para los profesionales que buscaban una combinación de rendimiento y portabilidad.
Asus Eee PC (2007)
La Asus Eee PC marcó un hito como la primera netbook ultrapequeña, introduciendo un formato innovador que capturó la atención a finales de los años 2000, antes de que las tablets ganaran terreno en el mercado. Con un peso de menos de un kilo y una pantalla compacta de 7 pulgadas, no resaltaba por su potencia, pero su sistema operativo Linux liviano la hacía ágil y funcional, ganándose la preferencia de estudiantes y profesionales.
Aunque las netbooks tuvieron una popularidad efímera, modelos como la Eee PC dejaron una marca en el diseño futuro de laptops. Contribuyeron a la evolución hacia diseños más delgados y ligeros que priorizaban la portabilidad funcional, influenciando la industria hacia una dirección donde la movilidad y la eficiencia eran clave.
Razer Blade (2013)
Aunque las laptops diseñadas para juegos suelen ser pesadas y voluminosas con una duración de batería cuestionable, la Razer Blade de 2013 demostró que no tenía por qué ser así. Con solo aproximadamente 1.8 kg de peso, esta laptop para juegos de 14 pulgadas ofrecía un sólido rendimiento en juegos, un diseño atractivo y una notable duración de batería de hasta seis horas en algunas configuraciones.
Además de cumplir con estos aspectos clave, la Razer Blade ofrecía una amplia selección de puertos modernos, aunque notablemente carecía de conector Ethernet, y disponía de una conectividad inalámbrica rápida. El teclado retroiluminado era altamente receptivo y cómodo tanto para sesiones de escritura como para largas sesiones de juego, todo ello envuelto en un diseño general elegante que lucía bien sin exagerar con la estética gamer.
Microsoft Surface Pro (2013)
Durante años, Microsoft había estado buscando establecer su línea de productos Surface con tablets dedicadas, pero fue el Surface Pro y su versátil diseño 2-en-1 lo que finalmente encontró su lugar en el mercado. No solo funcionaba bien como laptop y tablet, sino que su soporte incorporado permitía una versatilidad que los dispositivos 2-en-1 anteriores no lograban. Este modelo no solo revitalizó su categoría, que hoy en día es uno de los tipos más populares de laptops modernas, sino que también marcó un punto de inflexión en la estrategia de Microsoft en el mercado de dispositivos móviles.
Si bien el Surface Pro de primera generación enfrentó críticas por su peso, duración de la batería, precio y la necesidad de un teclado como accesorio adicional, su impacto en la industria fue innegable. Este dispositivo ayudó a definir el futuro de los diseños de laptops al mostrar nuevas posibilidades en términos de funcionalidad y versatilidad, influyendo en la evolución continua de los dispositivos portátiles.
MacBook Air M1 (2020)
El lanzamiento del MacBook Air M1 en 2020 representó un gran avance para Apple y la industria de las laptops en general. Al migrar sus MacBook de los chips Intel a sus propios diseños basados en chips Arm, Apple no solo protagonizó un cambio radical en la tecnología de portátiles, sino que también desafió el dominio establecido de Intel y AMD. Este movimiento no solo representó una transformación monumental entre grandes corporaciones, sino que también estableció un nuevo estándar en rendimiento y eficiencia.
El MacBook Air M1 impresionó con su capacidad para ofrecer un rendimiento equiparable al del MacBook Pro en un formato más asequible y portátil. Equipado con los nuevos chips de Apple, no solo destacó por su potencia, sino también por su impresionante eficiencia energética, permitiendo hasta 20 horas de duración de batería en un diseño delgado y liviano. Esta innovación no solo incentivó a Intel y AMD a intensificar sus esfuerzos en eficiencia energética en años recientes, sino que también impulsó mejoras significativas en la autonomía de batería en los diseños modernos de laptops.