A través de videos en YouTube, tuits y publicaciones de blog, Google venía anunciando para este 18 de marzo la nueva edición de su navegador Chrome, la v81.
Sin embargo, nada ocurrió. ¿El motivo? La propagación del COVID-19, que ha obligado al gigante informático a establecer “ajustados horarios de trabajo”.
“Estamos pausando las próximas versiones de Chrome y Chrome OS”, se excusó la compañía con sede en Mountain View, California, claro que sin citar al coronavirus.
“Nuestros objetivos principales son garantizar que sigan siendo estables, seguras y que funcionen de manera confiable para cualquier persona que dependa de ellos”, añadió en su propio blog.
Finalmente, se limitó a informar que “continuaremos priorizando las actualizaciones relacionadas con la seguridad, que se incluirán en Chrome 80”.
Mientras investigaba las razones, empleados de Google cuyas identidades no fueron reveladas reconocieron a ZDNet la cancelación del lanzamiento.
Al respecto, explicaron que la presentación “se había pospuesto debido al brote de coronavirus y la disponibilidad de algunos ingenieros, en caso de errores u otros problemas relacionados”.
“De momento, Google planea lanzar todas las actualizaciones de seguridad de Chrome 81 como una versión menor de Chrome 80, y pausar cualquier otro despliegue estable importante, a la espera de que las cosas vuelvan a la normalidad”, puntualizó el medio.
ZDNet calificó la medida como “comprensible”, dado que Chrome es uno de los programas informáticos más utilizados en el mundo y el más mínimo error puede causar problemas a miles de usuarios y organizaciones.
Al propósito, recordó un episodio de fines de 2019, cuando lo que catalogó como “un experimento de Google Chrome” terminó bloqueando miles de redes durante cerca de 48 horas.
“El problema apareció por primera vez el miércoles 13 de noviembre. No afectó a todos los usuarios de Chrome, sino solo a los navegadores que se ejecutaban en configuraciones de ‘servidor de terminal’ de Windows Server, una configuración muy común en las redes empresariales”, explicó.
En “cientos de informes, los usuarios dijeron que las pestañas de Chrome se tornaban blancas de repente, en lo que se llama un error de ‘pantalla blanca de la muerte’ (WSOD)”, agregó.
El problema originó que un número indeterminado de empleados no pudiese usar Chrome para acceder a internet. En muchos casos, no hubo opción de cambiar de navegador, por lo que la actividad productiva se vio interrumpida.