La autoridad francesa de protección de datos CNIL podría propinarle un golpe mayúsculo a Gmail y a Google, todo por el abuso que cometen los banners que simulan ser correos electrónicos legítimos en tu bandeja de entrada y que en realidad son anuncios muy molestos, que también podrían acarrear una multa récord de 525 millones de euros.
El fondo del asunto es muy claro: la molestia de las autoridades galas, con la forma en que Google hace que los usuarios den su consentimiento a las cookies para los anuncios personalizados entra en conflicto con las leyes francesas de protección de datos.
La discutida multa de 525 millones de euros (612 millones de dólares) sería la más alta de la historia de la CNIL (Comisión Nacional francesa de Informática y Libertades) y tres veces y media superior al récord actual, según declaró un funcionario francés de protección de datos durante una audiencia celebrada el jueves 26 de junio en París. El problema es que Google no pide el consentimiento de los usuarios para descargar cookies cuando crean una cuenta de Gmail. A continuación, el gigante tecnológico muestra anuncios en la bandeja de entrada de Gmail y personaliza estos anuncios con la ayuda de las cookies descargadas previamente.
Una de las formas en las que Google monetiza Gmail (en otras palabras: gana dinero con la oferta de correo electrónico gratuito) es mostrando anuncios orientados dentro de la interfaz. Estos anuncios se colocan estratégicamente entre los mensajes de correo electrónico habituales, por lo que es difícil ignorarlos. Se seleccionan cuidadosamente en función de la información recopilada sobre ti. Por ejemplo, si con frecuencia buscas contenidos sobre fitness o compras productos relacionados con el fitness, es posible que veas anuncios relacionados con equipos de fitness o productos de salud. El objetivo de este nivel de personalización es aumentar la probabilidad de interacción y conversión de los anuncios.
Es una cuestión que además pone el tono y el enfoque en la privacidad de los mensajes del correo electrónico, comunicaciones que pueden contener desde datos personales, pasando por registros de salud, hasta parámetros financieros y de compra.