¿Qué ha pasado? Según un informe exclusivo de The Information, OpenAI ha comenzado a trabajar silenciosamente en un modelo de IA que puede generar música, dando su próximo gran salto más allá del texto y el video. Según los informes, la compañía está entrenando sus sistemas utilizando datos musicales anotados de estudiantes de Juilliard, lo que es un fuerte indicio de que está persiguiendo calidad y precisión creativa en lugar de una simple producción generativa. La medida posiciona a OpenAI para rivalizar con los pioneros de la música de IA como Suno y Udio, incluso cuando esas nuevas empresas enfrentan importantes demandas por derechos de autor de la industria de la música.
- Las discusiones internas sugieren que la IA podría crear música usando indicaciones de texto y audio, similar a cómo su herramienta Sora crea videos a partir de texto.
- El proyecto tiene como objetivo admitir múltiples casos de uso, desde jingles publicitarios y partituras de fondo de video hasta composiciones de larga duración, y posiblemente se integrará en ChatGPT o Sora.
- Esto sigue a los experimentos anteriores de OpenAI, ahora retirados, en IA musical: MuseNet (2019) y Jukebox (2020), que fueron precursores de los grandes modelos multimodales actuales.

Por qué esto es importante: Esta no es solo otra característica, sino el próximo campo de batalla entre creadores y máquinas. Al sumergirse en la generación de música, OpenAI no solo tiene como objetivo mantenerse por delante de sus rivales, sino que también desafía quién posee la creatividad y cómo la consumiremos.
- Creadores vs. IA: Las nuevas empresas como Suno ya enfrentan demandas de sellos discográficos, alegando que los modelos fueron entrenados en canciones con derechos de autor. La entrada de OpenAI pone la artillería pesada en el ring.
- Juego de ecosistema de servicios: OpenAI tiene más de 800 millones de usuarios de ChatGPT; Agregar música significa más razones para permanecer en su ecosistema y más ganchos para la monetización.
- Pivote legal y ético: Con la controversia de los deepfake de Sora mostrando hasta dónde tienen que llegar las barandillas, la ambición musical de OpenAI planteará nuevas preguntas sobre las licencias, el consentimiento y el reparto de ingresos.

¿Por qué debería importarme? La música generada por IA puede sonar como una novedad hoy en día, pero está redefiniendo silenciosamente cómo operan las industrias creativas. Desde la forma en que se hacen los anuncios hasta cómo los músicos independientes graban demos, herramientas como esta podrían remodelar los flujos de trabajo, las regalías e incluso lo que significa «hacer» música. Pero como hemos visto con la controversia de los deepfake de Sora, el poder sin permiso es arriesgado, y el mismo libro de jugadas podría repetirse aquí si las barandillas no se mantienen al día.
- Si la herramienta de música de OpenAI funciona según lo previsto, cualquiera podría componer bandas sonoras o jingles sin necesidad de un software costoso o tiempo de estudio.
- Para los artistas y productores, podría convertirse tanto en una amenaza como en una herramienta al ofrecer una creatividad más rápida, pero también aumentar los temores de que la IA «copie» estilos característicos.
- Los consumidores pueden obtener un audio más rico y personalizado por IA en videos, juegos y anuncios, pero también enfrentan líneas de derechos de autor turbias y problemas de autenticidad.
Bien, entonces, ¿qué sigue? Se puede esperar que OpenAI impulse un anuncio a fines de 2026 o 2027 que describa su herramienta de generación de música, potencialmente integrada en ChatGPT o el ecosistema Sora. Sin embargo, no será fácil. De hecho, una de las primeras cosas a tener en cuenta es si asegura acuerdos de licencia con los principales sellos o si termina en los tribunales junto a Suno. Al mismo tiempo, la reacción temprana de los deepfakes de Sora ilustra que las barandillas de OpenAI se están quedando atrás de sus ambiciones. Según lo informado por Reuters, las agencias de creadores como Creative Artists Agency ya están advirtiendo a la compañía sobre el riesgo y los derechos. Es seguro decir que el ritmo no caerá limpiamente hasta que el caos legal y la furia del creador se asienten.