La Iniciativa de Código Abierto (OSI, por sus siglas en inglés), autoproclamada administradora de la definición de código abierto, el estándar más utilizado para el software de código abierto, anunció el jueves una actualización de lo que constituye una «IA de código abierto». La nueva redacción ahora podría excluir modelos de pesos pesados de la industria como Meta y Google.
«El código abierto ha demostrado que se acumulan enormes beneficios para todos después de eliminar las barreras para aprender, usar, compartir y mejorar los sistemas de software», escribió la OSI en una publicación de blog reciente. «Para la IA, la sociedad necesita las mismas libertades esenciales del código abierto para permitir que los desarrolladores, implementadores y usuarios finales de IA disfruten de esos mismos beneficios».
Según la OSI:
Una IA de código abierto es un sistema de IA que se pone a disposición en términos y de una manera que otorgan las libertades[1] para:
- Utilizar el sistema para cualquier propósito y sin tener que pedir permiso.
- Estudia el funcionamiento del sistema e inspecciona sus componentes.
- Modifique el sistema para cualquier propósito, incluso para cambiar su salida.
- Compartir el sistema para que otros lo usen con o sin modificaciones, para cualquier propósito
Estas libertades se aplican tanto a un sistema completamente funcional como a elementos discretos de un sistema. Una condición previa para ejercer estas libertades es tener acceso a la forma preferida para realizar modificaciones en el sistema.
Según esta definición, ni el modelo Llama 3.1 de Meta ni el modelo Gemma de Google contarían como IA de código abierto, dijo Nik Marda, líder técnico de gobernanza de IA de Mozilla, a PCMag. «La falta de una definición precisa en el pasado ha facilitado que algunas empresas actúen como si su IA fuera de código abierto, incluso cuando no lo era. Muchos -si no la mayoría- de los modelos de los grandes actores comerciales no cumplirán con esta definición».
La definición más antigua y flexible permitía a las empresas suficiente margen de maniobra para socavar potencialmente sus productos de IA de consumo, cambiando la funcionalidad de los modelos y desactivando el acceso a capricho de la empresa, argumentó Marda. Tales acciones podrían conducir a «servicios interrumpidos, rendimiento deficiente y funciones más costosas en las aplicaciones y herramientas que todos usan».
Ni Meta ni Google han reconocido aún la nueva definición como un estándar de la industria.