Científicos de la Universidad de Pittsburg han dado un paso más en el desarrollo de prótesis con control mental al conseguir que Jan Scheuermann de 55 años y cuadripléjica, controle un brazo robótico para realizar movimientos complejos que van desde alcanzar objetos, dar palmadas y levantar el pulgar.
La paciente sufre desde 1996 de una enfermedad neurodegenerativa, que ataca directamente a las neuronas del cerebelo (la zona del cerebro que controla la coordinación de los músculos y el equilibrio), progresivamente perdió el control motor en su cuerpo hasta quedar paralizada desde el cuello hasta los pies.
Tras casi 10 años sin poder moverse, en 2012 fue seleccionada para participar en una investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburg y donde recientemente le implantaron en el cerebro, dos pequeños “microchips” con 96 electrodos que conducen las pequeñas corrientes eléctricas de sus pensamientos a una computadora (Brain Computer Interface), que a su vez las interpreta y hace mover el brazo biónico.
Con la ayuda del brazo robótico, que Jan bautizó como “Hector,” puede autolimentarse por primera vez en los últimos ocho años.