Debido a que la mayor parte de tráfico de red entre Latinoamérica y Europa viaja a través de los Estados Unidos, Brasil ha propuesto construir su propio cable submarino de Internet para evitar que los datos del país puedan ser expuestos a «pinchazos» de la NSA, según un informe de Wired.
El cable que Brasil propone a construir tendrá 5.600 kilómetros de largo y conectará la cuidad de Fortaleza en Brasil con Lisboa en Portugal. Trabajo en el cable es posible gracias a la colaboración de la empresa telefónica brasileña Telebrás y la operadora española, IslaLink, esta última que es especialista en el tendido de este tipo de cables. Se espera que el proyecto cueste más de 120 millones de euros.
Los cables submarinos existen por todo el mundo y utilizan fibra óptica y otros materiales especiales para resistir la presión, el paso de tiempo y posibles ataques de la fauna marina. Los cables permitirán que un usuario en Brasil pueda acceder en milisegundos una página Web que se aloja en un servidor en otro país. Se espera que el proyecto culmine en el año 2016.