Apple no es la única empresa de tecnología envuelta en una guerra con el gobierno federal. Ahora ya puedes agregar Backpage.com a la lista de empresas de la industria disgustadas con la forma en la que la gente en Washington están interpretando los derechos constitucionales. Y los legisladores tampoco están muy contentos al respecto.
El jueves, el Senado votaba por unanimidad acusar de desacato al competidor de Craigslist. Es la primera vez que se imponen estos cargos desde hace más de dos décadas.
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Esta decisión se ha tomado después de que Backpage se negara sistemáticamente a entregar documentos comerciales que podrían ayudar a las fuerzas del orden a atrapar a agresores sexuales. Y si bien la empresa ha recibido muchas críticas desde todos los ámbitos, ella se defiende asegurando que lo que está en juego es un tema más serio, aludiendo a los derechos de la Primera Enmienda.
De acuerdo con el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados, hasta en el 71% de los casos de sospechosos involucrados en los informes de tráfico de niños sale el nombre de Backpage.
Esto convierte a la compañía en una pieza crítica de este rompecabezas en las investigaciones que realizan los funcionarios para llevar estos delincuentes sexuales ante la justicia.
Pero en noviembre, el CEO de Backpage, Carl Ferrer, se negó a cumplir con una citación asegurando que él aparece en el Subcomité Permanente del Senado y desde entonces la situación no ha hecho más que empeorar.
De acuerdo con Backpage, como editor de anuncios, la empresa y sus usuarios están protegidos por los derechos de libre expresión.
Backpage «espera con interés un examen adecuado de la Primera Enmienda sobre cuestiones constitucionales importantes, mediante el poder judicial, es decir, la rama del Gobierno encargado de proteger los derechos constitucionales de todos los estadounidenses..», ha subrayado Steve Ross, abogado de Backpage.
Los esfuerzos del Gobierno para «investigar o atacar a aquellos que publican ciertos anuncios, incluyendo los que se publican en Internet, deben cumplir con los límites puestos en la Primera Enmienda», añade.
Pero esta negativa a cooperar con el Gobierno ha indignado claramente al Senado que ha decidido de cargar contra Backpage por desacato. Y por polémico o despreciable que sea, parece que este debate no va a desaparecer pronto.