McDonald’s acaba de anunciar una “asociación estratégica» con Google Clouds para conectar la última tecnología en la nube y aplicar soluciones de IA generativa en sus restaurantes alrededor del mundo. Si has leído lo anterior, ahora mismo te estarás preguntando cómo afectará esto tu próximo pedido de un Cuarto de Libra con queso, Top Fries Bacon & Cheese y Coca-Cola… Pues la verdad es que no lo sabemos muy bien, pero si trabajas en alguna tienda de McDonald’s quizá te preocupes, y razón no te falta.
Según el comunicado emitido por la misma compañía de comida chatarra (perdón) rápida, con esta asociación “McDonald’s planea aprovechar una amplia gama de tecnologías de inteligencia artificial, datos y hardware de Google Cloud para implementar la innovación más rápido y crear experiencias aún mejores para sus clientes, equipos de restaurantes y empleados”.
Para los “equipos de restaurantes”, casi sin lugar a duda. Para “sus clientes”, pues, está por ver. Y para sus “empleados”, pues bueno, el asunto a la larga no pinta bien, ya que no hay que ser un consumado conspiranoico para adivinar que la implementación de la IA en las industrias se traducirá –tarde o temprano, más bien tempranito– en reducciones de personal humano.
Por supuesto, esto último lo decimos nosotros, no la compañía de los Arcos Dorados, la cual asegura que este acuerdo “implementará avances significativos en sus plataformas de restaurantes y clientes, desde su popular aplicación móvil [la misma] que sirve como puerta de entrada a su programa de fidelización de 150 millones de miembros y de rápida expansión, hasta sus miles de puestos de autoservicio alrededor del mundo”.
También aseguran que “McDonald’s utilizará la informática de punta de Google Cloud para impulsar estas nuevas plataformas, llevando el almacenamiento de información y la informática de alta potencia a los restaurantes individuales”.
Y ojo, que lo que aquí resaltamos no es una conjura anti-IA (nos encanta la tecnología, y por eso creamos sitios como Digital Trends en Español), pero este tipo de acuerdos hace patente que la irrupción de la inteligencia artificial supondrá temblores, terremotos y cataclismos en no pocas compañías que pasarán a considerar innecesario parte del capital humano en nómina.
Quizá los trabajadores de compañías pequeñas o medianas no se verán tan afectados, pero en mastodontes corporativos como McDonald’s las cosas pueden pintar muy mal. Y ojo, que ya antes de la irrupción de la IA la compañía había pasado de tener alrededor de 440,000 trabajadores alrededor del mundo en 2012 a contar con 150,000 en 2022 (datos de Statista), un año antes que se anunciaran más despidos.
¿Mejorará esto la calidad de la comida? ¿Nos sentiremos mejor atendidos o comprendidos o satisfechos? Si realmente te gusta la comida de McDonald’s, no creo que tus papilas gustativas noten demasiados cambios, aunque es seguro que la aplicación de la compañía así como las pantallas táctiles que empiezan a aumentar en sus tiendas debieran beneficiarse de esta asociación estratégica con Google. Con la estabilidad laboral de sus empleados, lamentablemente, no somos muy optimistas.