Apple quiere controlar su ecosistema al extremo, y buena prueba de ello es que, según se ha podido saber, la firma habría distribuido un memorando interno entre los centros autorizados de reparación en el que si no se usan los elementos homologados, se producirá “un sistema inoperativo y la reparación será incompleta”.
Según parece se trataría de un software que estaría afectando directamente a terceras empresas de reparación y que garantizaría que el proceso únicamente se pueda efectuar en ‘casa’.
Según podemos leer en MacRumours, sin este software no se podrían efectuar reparaciones en los MacBook Pro que padezcan problemas con la pantalla, la placa base, el teclado, el Trackpad o el sensor del TouchID. En lo que respecta a los iMac Pro, el software limitaría lo propio pero en este caso afectando a la placa base y la unidad de almacenamiento. Lo peor del asunto es que el ordenador quedaría inutilizado hasta que en algún centro homologado de reparación se ejecutara el Service Toolkit 2, el software mencionado.
¿Por qué está llevando a efecto Apple medidas tan drásticas? Se trataría de un paso para consolidar la seguridad de las reparaciones y es que los chips de los de la manzana están contando con cada vez más protagonismo en tareas de cifrado y la firma californiana no quiere correr riesgos. Los de Tim Cook no han salido todavía a la palestra a dar explicaciones al respecto, y esto ha alimentado las críticas de los que son reacios a los sistemas cerrados.
En este sentido, los críticos sostienen que cada vez es más complejo reparar los equipos y que en el fondo se trata de una decisión estratégica para controlar el mercado e impulsar al cliente a comprar nuevo hardware cuando se estropee el actual. Como sabes, Apple no es nada amiga de facilitar kits de reparación al usuario para que sea él mismo quien se anime destornillador en mano a arreglar los posibles problemas.