“Rusia ya no tiene control sobre sus propios satélites espías”. Con ese desafiante mensaje, el colectivo Anonymous se adjudicó el hackeo a la Agencia Espacial Federal Rusa, más conocida por el acrónimo Roscosmos.
La información salió de la cuenta que el equipo internacional de piratas cibernéticos tiene en la red social Twitter, en la cual atribuyó el logro a un grupo afín, al que solo individualizó con la nomenclatura “NB65”. La versión añadió que el sabotaje “desactivó el centro de control” del símil ruso de la NASA.
Interpretada como una represalia por la invasión que el Kremlin impulsa en Ucrania, la operación fue rápidamente desmentida por las autoridades de Moscú. Incluso Dmitry Rogozin, director general de Roscosmos, descartó la situación a la agencia de noticias Tass.
“La información de estos estafadores y timadores de poca monta no es cierta. Todos nuestros centros de control de la actividad espacial funcionan con normalidad”, aseveró poco después el funcionario en sus redes sociales.
Posteriormente, Rogozin comentó la gravedad que un sabotaje de este tipo por parte de otro país podría tener para el desarrollo de las hostilidades. “Hackear los satélites de cualquier país es, de hecho, un ‘casus belli’, un motivo para la guerra”, planteó a la agencia local Interfax.