AMD explicó que los problemas de rendimiento en los equipos AMD Ryzen con Windows 10 u 11 podrían deberse a fallas con los módulos de plataforma del fimware (fTPM), que están situados en la BIOS de las placas base Ryzen.
La firma tecnológica tuvo que responder así a las denuncias de usuarios que explicaban que el sistema operativo funcionaba a “tirones”, por lo que se hizo responsable por este problema de rendimiento.
La empresa descubrió que algunas configuraciones de sistema de AMD Ryzen pueden llevar a cabo de manera intermitente transacciones de memoria extendidas relacionadas con el fTPM en la memoria flash que se encuentra en la placa base, lo que podría provocar que el sistema se “tambalee” hasta que la transacción se haya completado.
Debido a este inconveniente, la firma aseguró que trabajaba en una solución y ofreció una alternativa a los usuarios. Se trata de una actualización que debería llegar a comienzos de mayo y que será distribuida por los proveedores de PC o placas base.
De acuerdo con la compañía, esta corrección requerirá una actualización de la BIOS del sistema de la placa base “que contenga módulos mejorados para la interacción de fTPM con SPIROM”.
Otra solución inmediata consiste en cambiar el fTPM por un módulo TPM discreto (dTPM) instalado en el TMP 2.0 dedicado de la placa base del usuario. El problema para quienes deciden llevar a cabo este arreglo es que contempla un pago de entre $50 y $100 dólares.
Este inconveniente con la fTPM no es el primero que vemos con los chips Ryzen de AMD, ya que el año pasado la compañía tuvo que publicar varias actualizaciones por dos fallas, una de las cuales ralentizaba los juegos hasta en 15 por ciento.