El puerto (y los cables) USB-C son cada vez más frecuentes de encontrar en dispositivos modernos y pronto podrían convertirse en una obligación: la Unión Europea presentó su propuesta para que todos los teléfonos que se vendan en su territorio lo incluyan, lo que podría poner en problemas a Apple.
Hasta ahora, Apple es la única compañía que utiliza su propia tecnología para el puerto de carga, llamado Lightning. Pero la nueva propuesta de la Unión Europea busca unificar todos los dispositivos con el USB-C y esto incluye no solo a teléfonos móviles sino también cámaras, audífonos, consolas de videojuegos, tabletas y más.
Según la comisión detrás del proyecto, en trámite desde 2020, la medida resultará en un alivio para los usuarios, que no tendrán que acumular distintos tipos de cargadores si uno solo es suficiente para alimentar todos los dispositivos. Y de paso, se reduciría la cantidad de basura electrónica acumulada, que llega a las 11,000 toneladas anuales.
Are your chargers piling up in a drawer?
We propose a common charger for mobile phones and other similar electronic devices.
A single charger will be more convenient for people and will reduce electronic waste.
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— European Commission (@EU_Commission) September 23, 2021
En declaraciones entregadas a la BBC, Apple asegura que esta futura regulación les causa preocupación. Y si bien se podrían sospechar razones obvias para ello —la compañía de la manzana utiliza el puerto Lightning en el iPhone y la iPad—, la firma estadounidense dice que una medida como esta limitaría la innovación y terminaría afectando a los usuarios no solo de Europa, sino de todo el mundo.
La propuesta también considera la opción de que los dispositivos se vendan solo con el cable de carga incluido, pero sin el cargador. De cualquier manera, esto último no sería novedad, ya que varios fabricantes de teléfonos han optado por eliminar este último.
“Con más dispositivos disponibles, hay más cargadores que se hacen innecesarios”, indica el sitio oficial del proyecto. Los legisladores además dicen que la industria de fabricantes tuvo suficiente tiempo para implementar una solución a lo que se considera un problema.
En la propuesta existe una pequeña excepción que tiene que ver con la tecnología inalámbrica, ya que si un dispositivo se carga exclusivamente de esta forma, no será necesaria la implementación del puerto USB-C por obligación.
Lo que corresponde ahora es que la propuesta pase al Parlamento europeo, que decidirá si esto se convierte en una ley o no. Y de ser así, habrá un periodo de dos años para que la medida sea implementada.