Si hay gente que pone en duda aquello que está frente a sus narices, ¿cómo no van a sospechar de algo que “no se ve”? Somos humanos, y los avances importantes nos ponen de los nervios a algunas y algunos. Seguramente ya has escuchado al menos una de las teorías conspirativas sobre el 5G que incluimos en nuestro listado. ¿Tienen estas algún asidero mediana (o remotamente) válido? ¿De dónde vienen?
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La física del 5G
Antes de sumergirte en las teorías de conspiración sobre el 5G, es importante tener en cuenta que el nuevo estándar es un cúmulo de tecnologías diferentes. Para empezar, técnicamente es solo la quinta generación de tecnología inalámbrica, la cual puede abarcar un amplio rango de frecuencias.
Hay frecuencias de radio de banda baja, que ofrecen una conexión a Internet relativamente lenta, pero que a su vez pueden viajar distancias más largas. En el otro extremo del espectro, hay frecuencias de banda alta, o frecuencias de onda milimétrica (onda-mm).
Las conexiones de onda-mm (mmWave en inglés), también conocidas como “Frecuencia extremadamente alta”, son mucho más rápidas, pero batallan constantemente para superar obstáculos y no pueden viajar largas distancias. Las frecuencias de banda media, como era de esperar, ofrecen conexiones de velocidad media a distancias también medias.
¿5G causó la pandemia de COVID-19?
Una teoría sugiere que 5G podría ser la causa del SARS-CoV-2 y el COVID-19 que este causa. Supuestamente, tanto el lanzamiento de 5G como los primeros casos de coronavirus ocurrieron al mismo tiempo, a fines de 2019.
Dejando de lado el hecho de que el 5G realmente comenzó a implementarse en 2018, esta teoría vincula el hecho de que el coronavirus se descubrió por primera vez en Wuhan, China. Y, casualmente, China también desplegó recientemente una de las redes 5G más grandes del mundo.
Hay varias maneras de desmentir esta teoría. Primero, es cierto que China recientemente comenzó a lanzar su red 5G, pero esta tecnología también comenzó a implementarse en Corea del Sur y partes de los EEUU.
En otras palabras, si el coronavirus fue causado por 5G, entonces el virus también hubiese aparecido en otras partes del mundo primero. Por supuesto, esta teoría deja de lado la naturaleza misma de los virus, así como el hecho –irrefutable en este punto– de que las ondas de radio no tienen impacto en el desarrollo de un virus.
La investigación ha demostrado que el coronavirus se propaga a través de las gotas de saliva de alguien que habla, estornuda o tose (y que tiene el virus, claro). Estas gotitas pueden adherirse a determinadas superficies por cuestión de horas, e incluso pueden permanecer en el aire por unos minutos después de un estornudo.
Las ondas de radio, sin embargo, son una forma de onda electromagnética: no hay gotas de ningún tipo involucradas. De hecho, aunque las ondas de radio pueden viajar a través del agua, es más mucho más difícil para ellas hacerlo que a través del aire.
Quizá las áreas con altas tasas de infección por coronavirus pueden ser las mismas que las áreas con 5G, pero esto es verdad porque los operadores han desplegando primero sus redes en áreas metropolitanas altamente pobladas. Y claro: las áreas altamente pobladas –donde las personas están más cerca unas de otras– también facilitan la propagación del COVID-19 y de cualquier otro virus.
Por último, pero no menos importante, está el hecho de que China todavía no estaba utilizando mmWaves para sus redes 5G, solo usaba ondas sub-6 GHz, que se encuentran en el espectro de banda media.
Sin embargo, estas ondas de radio se han utilizado para otras señales durante años. De hecho, todas las torres 4G usan frecuencias en este rango.
¿5G está ayudando a propagar el coronavirus?
Sin embargo, existe una versión ligeramente atenuada de la teoría anterior, y es que, si bien el 5G no causó el coronavirus, sí es cierto que afecta el sistema inmunitario, lo que podría empeorar los síntomas y acelerar el proceso de propagación de esta peste.
Una cosa que es importante tener en cuenta es que, en cantidades extremas, las ondas de radio pueden causar calentamiento, y tu sistema inmunológico podría tener problemas para funcionar si se calienta demasiado. De hecho, así es como funcionan los microondas.
Pero bueno: las ondas de radio emitidas por las torres de celulares no son tan altas como deberían ser para causar problemas de salud.
A frecuencias extremadamente altas, las ondas electromagnéticas podrían causar problemas de salud. Pero las ondas emitidas por las torres 5G no solamente sencillamente «más bajas», sino más bien «bajísimas».
Se han realizado una serie de estudios científicos sobre el vínculo entre las ondas no ionizantes –que se utilizan para transmisiones de televisión y 5G– y la salud humana. Algunas organizaciones sugieren que es necesario realizar más investigaciones, pero en este momento no hay evidencia confiable que demuestre que las ondas 5G pueden afectar el sistema inmunológico humano.
No te creas todo lo que aparece en YouTube. Dirígete a los sitios web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades o de la Organización Mundial de la Salud para obtener información verídica sobre cómo detener la propagación del coronavirus.
¿Puede la tecnología 5G causar cáncer?
Las teorías sobre el cáncer causado por 5G han existido durante algunos años, y probablemente se deba al uso de la palabra «radiación». Todas las ondas de radio «irradian», pero eso no significa necesariamente que tengan un impacto negativo en la salud humana.
Solo el extremo superior del espectro electromagnético, que incluye rayos X y radiación gamma, es «ionizante», lo que significa que pueden romper los enlaces moleculares y dañar el ADN.
El resto del espectro electromagnético se llama «no ionizante», y sus longitudes de onda que son demasiado largas como para dañar realmente las células humanas. Incluso la más alta de las ondas 5G está muy por debajo del límite entre las ondas ionizantes y no ionizantes.
También hay datos del mundo real sobre el impacto de las ondas de radio en el cáncer. Si bien el 5G apenas comienza a implementarse, hemos vivido entre ondas con rangos de frecuencia similares durante décadas, y pocos estudios han relacionado el uso de estas ondas con un aumento en las tasas de cáncer.
¿Una torre 5G causó la muerte de cientos de pájaros?
Pero ¿no es cierto que una torre 5G causó la muerte de una bandada de cientos de pájaros? Pues, no. Una publicación que ha circulado en las redes sociales ha vinculado la muerte de cientos de aves en La Haya con el 5G.
Si bien es cierto que se informó de una serie de misteriosas muertes de aves, no se ha demostrado ni que la torre ni que las ondas hayan sido la causa, informó Snopes.
¿Se puede usar 5G para controlar el clima?
Ya lo quisieran muchos. Si el 5G pudiese controlar el clima, siempre podríamos tener días templados. O podríamos limitar el impacto del cambio climático.
La base de esta teoría proviene de la idea de que el gobierno está utilizando HAARP (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia, por sus siglas en inglés), para controlar el clima.
HAARP es una instalación que se construyó para estudiar la ionosfera y se encuentra en Alaska. Poco después de completar el proyecto, sin embargo, el gobierno cerró las instalaciones y transfirió su propiedad a la Universidad de Alaska.
Pero, ¿qué tiene eso que ver con 5G? Bueno, según quienes creen en esta teoría, la ionosfera es donde se encuentran los llamados «satélites 5G». El único problema es que esta tecnología es más bien un estándar terrestre en este punto, y si bien los satélites –en teoría– podrían usarse eventualmente para este tipo de conectividad, en este punto los satélites tienen una latencia demasiado larga y no se usan para 5G.
¿Se puede usar 5G para el control mental?
Esta es una de las teorías más estrafalarias que existen, y es absolutamente falsa. Como se mencionó, las ondas 5G no han tenido ningún efecto observable en la salud humana, por lo que el 5G «físicamente» no se puede usar para controlar las mentes de las personas.
Para algunos, sin embargo, esta teoría tiene otros componentes: el 5G se usa para controlar pequeños robots que se inyectan en el cuerpo a través de vacunas. Suena a ciencia ficción… y de la mala. A día de hoy, nadie tiene mini robots que puedan controlar la mente de las personas.