Especialistas en ciberseguridad advierten que mantener la función Wi-Fi activada constantemente en dispositivos móviles expone a los usuarios a múltiples amenazas digitales, comprometiendo datos personales, privacidad y seguridad del dispositivo. La conveniencia de estar conectado oculta riesgos que la mayoría de usuarios ignora.
La autoridad francesa de ciberseguridad CERT-FR publicó recientemente un informe titulado «Panorama de amenazas desde 2025» (PDF) que advierte sobre vulnerabilidades de seguridad que se pueden encontrar en TODOS los smartphones modernos. Las redes Wi-Fi y móviles, en particular, pueden albergar peligros inimaginables.
Cuando Wi-Fi permanece activo, los dispositivos transmiten automáticamente listas de redes conocidas previamente, buscando conexión continua. Ciberdelincuentes explotan esta característica creando «redes fantasma» con nombres similares a servicios legítimos (como «Starbucks_WiFi»), atrapando dispositivos con conexión automática. Una vez vinculado, los atacantes pueden interceptar datos no encriptados, instalar malware, robar credenciales o rastrear la ubicación del usuario.
Según CERT-FR, los usuarios de smartphones en redes Wi-Fi públicas son especialmente vulnerables a ataques de «hombre en medio» (MITM). Los hackers pueden interponerse en secreto entre tú y el punto de acceso Wi-Fi, permitiéndoles escuchar y interceptar tus datos. Esto es común en redes no seguras, como las que se encuentran en cafeterías, restaurantes, etc.
CERT-FR menciona el método «Gemelo Malvado», que los atacantes utilizan para crear sus propios puntos de acceso Wi-Fi disfrazados de redes legítimas. Cualquiera que se conecte a una red «Gemelo Malvado» pensará que se conecta a una red adecuada (y supuestamente segura), pero acabará detectando malware y perdiendo completamente el acceso a su dispositivo.
El uso de redes móviles obsoletas (como el 2G) también supone un riesgo importante. Estas redes antiguas suelen tener fallos y mecanismos de seguridad sin parchear, lo que las hace más fáciles de descifrar que las redes más nuevas (como el 5G).
Las redes públicas inseguras representan vectores de ataque particulares. Sin encriptación HTTPS o conexiones seguras, información de navegación, correos y aplicaciones queda expuesta. Investigadores de Zimperium y la NSA han alertado específicamente sobre riesgos durante viajes, cuando la vigilancia es menor y hotspots proliferan.
Expertos recomiendan desactivar Wi-Fi cuando no se utiliza, habilitar la opción «Preguntar antes de conectar» en lugar de conexión automática, emplear VPN para redes públicas, mantener sistemas operativos actualizados, implementar autenticación de dos factores y revisar periódicamente conexiones activas. Aunque Wi-Fi incrementa comodidad, los riesgos de privacidad y seguridad compensan sus beneficios cuando se deja siempre activado.