En una conferencia previa a la inauguración del Mobile World Congress, Samsung por fin mostró sus nuevos móviles insignia, el Galaxy S6 y el Galaxy S6 Edge. Estos nuevos dispositivos son de vital importancia para la empresa surcoreana, cuyas ventas están cayendo frente a la competición de rivales como Xiaomi y Apple.
El S6 es el teléfono más esperado del MWC. El nuevo móvil cambia su conocido diseño por otro más efectista en metal y vidrio. Junto al S6, Samsung también lanzó un modelo premium, el S6 Edge. Ambos móviles tienen pantallas de 5.1 pulgadas con resolución de 2,560×440 píxeles. En el caso del Galaxy S6 Edge, los bordes laterales permiten funciones adicionales como tener acceso directo a los contactos favoritos.
La cámara trasera de ambos móviles es de 16 megapíxeles y los dos modelos cuentan con tecnología de estabilización de imagen. Adelante, ambos teléfonos tienen cámaras de 5 megapíxeles. Por dentro, los nuevos dispositivos llevan un procesador Exynos 7 de ocho núcleos y 64 bits, el cual es 20% más rápido que el que está presente en el Note 4. También tienen 3GB de RAM y una capacidad de almacenamiento de 32GB. Según Samsung, la batería aguantará hasta 12 horas con WiFi y 11 horas con LTE. El fabricante también aseguró que la batería del S6 se recarga dos veces más rápido que el iPhone 6.
Ambos modelos incluyen Samsung Pay, una funcionalidad para el pago electrónico de compras que está avalado por Visa y MasterCard.
El S6 y el S6 Edge saldrán a la venta el 10 de abril. El precio de los dispositivos no fue dado a conocer.