Hace dos décadas los celulares no tenían el adjetivo de “inteligentes”. Eran simplemente teléfonos para hacer llamadas, enviar mensajes de texto y jugar viborita.
Pero a inicios del siglo, los principales fabricantes de celulares —muchos en el olvido total, como Nokia— buscan formas de impulsar las ventas añadiendo nuevas funciones.
Entonces, con la tecnología de aquél entonces (que nadie olvide que fue solo seis años antes del iPhone), ingenieros e ingenieras añadieron cámaras a los celulares, permitiendo que los usuarias enviaran fotografías de baja resolución.
Era una innovación total. Tanto que así habló la BBC en 2001 sobre este hito:
When BBC reported camera phones back in 2001 pic.twitter.com/FdJctyydVW
— Historic Vids (@historyinmemes) February 8, 2024
“Permitir a los usuarios capturar imágenes, enviarlas y recibirlas no solo en color, sino junto con un mensaje de texto o audio simplemente añade una nueva dimensión a la industria de la telefonía móvil”, decía el reportero de la BBC.
Esa nueva dimensión arrancó en el mercado estadounidense con el Sanyo SCP-530, a la venta en 2002 por $400 dólares. Era un teléfono con diseño “de concha” con una cámara de 0.3 megapixeles, fantásticos para su pequeña pantalla. Tenía flash, control de blancos, temporizador, zoom digital y filtros sepia, blanco y negro y hasta negativo.
Las ventas de los celulares con cámara fueron un éxito, y para finales de 2003 ya se habían vendido más de 80 millones de unidades. Nosotros recordamos modelos como el Sony Erickson W580 o el Nokia 3220.
Y como seguramente sabes, para 2006 un tal Steve Jobs presentó un aparato llamado iPhone y entonces todo cambió.