Todos hemos visto personas que están tan enfocadas en sus teléfonos, que no se dan cuenta de lo que ocurre alrededor. Incluso nos reímos con imágenes de quienes, sin notarlo, caminan directamente hacia una fuente de agua, o se golpean contra un poste.
Sin embargo, ese fenómeno se ha expandido de tal manera que ya no es cosa de risa. Y al contrario de lo que muchos pensarían, un nuevo estudio demuestra que no se trata solo de los más jóvenes que viven con los ojos pegados a la pantalla, sino de padres de familia que están poniendo la vida de sus hijos en peligro por mandar un mensaje de texto o subir alguna foto a sus redes sociales.
No nos referimos al incremento de accidentes vehiculares por el uso de teléfonos por parte de conductores o peatones, sino al trágico desenlace de que niños mueren ahogados en una piscina o en la playa, mientras que mamá, papá, la niñera o hasta la abuela, están enfocados en sus teléfonos.
Eso es precisamente lo que afirma una investigación con base en Alemania, donde salvavidas dicen que los padres están poniendo en riesgo la vida de sus hijos al pasar demasiado tiempo mirando sus teléfonos en lugar de vigilar a los más pequeños mientras se divierten en el agua.
Peter Harzheim, de la Federación de Supervisores de Piscinas, dijo que en una serie de casos, los padres están tan enfocados en sus teléfonos inteligentes que no han notado que su hijo tiene problemas para nadar o mantenerse a flote, una situación que no solo se produce en ese país sino que ya se ha presentado a nivel global.
«Estamos experimentando a diario que las personas tratan las piscinas como si fuera una guardería infantil, y simplemente no prestan atención, aunque no exista un guardia o salvavidas alrededor», dijo Harzheim. Agregó que en el pasado, los padres tendían a pasar más tiempo en el agua jugando con sus hijos, pero que el aumento del uso de teléfonos inteligentes ha cambiado esa situación.
«Un número cada vez mayor de padres se obsesionan con sus teléfonos inteligentes y no miran a la izquierda ni a la derecha, y mucho menos prestan atención a sus hijos», dijo Harzheim, diciendo que es muy triste que los padres de hoy en día se comporten de una manera tan negligente. «Muy pocos padres y abuelos siguen este consejo: cuando tus hijos o nietos están en el agua, guarda tu teléfono inteligente», dijo Wiese.
Por su parte, la organización de seguridad Lifesaving Association de los Estados Unidos recordó al público su lista de las diez cosas más importantes para mantenerse a salvo en el agua. Además del obvio «aprender a nadar», los consejos incluyen nadar en lugares donde hay supervisión de personal salvavidas, nadar con un amigo, nunca solo, y obedecer los anuncios y carteles de seguridad o relacionados con las condiciones del agua.
Aún no han agregado ningún consejo que anime a los padres a que guarden sus teléfonos inteligentes cuando sus hijos están en el agua. A la luz de los nuevos acontecimientos, esperamos que eso ocurra pronto.