¿Cuál es el indicador que marca el éxito o fracaso de un móvil en el mercado? Estamos de acuerdo que, cuando menos, se trata de una cuestión compleja; sin embargo, vender un millón de terminales en menos de un mes otorga a un modelo un protagonismo inevitable. Nos referimos al OnePlus 6, un terminal que se parece (ejem) excesivamente al iPhone X; hasta en el notch.
En concreto, han bastado exactamente veintidós días, según sostiene el propio Pete Lau (CEO de OnePlus), para que este modelo de la firma alcance el Rubicón del millón de unidades vendidas, y lo hace, además en un segmento muy complejo. El OnePlus 6 compite cara a cara con modelos estrella como el iPhone X, Galaxy S9 o el LG G7, y no cabe duda de que uno de sus argumentos estrella es el precio.
Por los modelos citados es necesario desprenderse de no menos de $700 dólares en el mejor de los casos, pero el fabricante asiático baja este listón hasta unos más razonables $530 dólares; un precio que suena a ganga comparado con sus rivales. Es cierto que la marca de un millón de unidades suena a broma para colosos como Apple o Samsung, pero no por ello, su máximo responsable deja de sacar pecho y como afirma, “lo más importante es que a los usuarios les encanta”.
¿Cómo logra OnePlus precios tan competitivos jugando contra grandes que cuentan con economías de escala superiores? Parte de la clave se encuentra en la venta directa: no hay intermediarios que encarezcan el precio final del equipo, aunque vender on-line directo al cliente paga también su peaje. Así, OnePlus se dirige a muchos menos mercados que Samsung o Apple, que cuentan con una presencia prácticamente total en el grueso de los países.
Por otro lado, en muchos mercados -como sucede en el estadounidense-, el grueso de los usuarios compra sus móviles a través de las operadoras, un terreno en el que no juega OnePlus. Poco a poco vamos descubriendo lo meritorio de ese millón que antes podía parecer escaso… ¿Cumple las expectativas el terminal?
Según parece, de sobra: parte del éxito del fabricante se encuentra en haber logrado una elevada fidelidad por parte de su propia clientela que no duda en repetir modelo. Esta mini legión de adoradores de la marca no duda en saltar al nuevo modelo cuando es presentado, o en el peor de los casos, lo considera a la hora de elegir un nuevo terminal.
El precio no cabe duda de que se trata de un argumento determinante, pero al final el comprador quiere especificaciones y el OnePlus 6 ofrece similares a un precio de derribo. Sumaremos a esto un cuidadísimo diseño premium y el hecho de que prácticamente corren versiones puras de Android para comprender el idilio con el mercado. Sus seguidores tampoco parecen preocupados por prestaciones que encarecen como la carga inalámbrica, y a juzgar por las críticas, la cámara de fotos es más que satisfactoria. Bien jugado, OnePlus.