Y en el caso del Motorola Razr que fue el desafío que presentaron estos días, hay una sola frase que resume todo lo que debieron pasar: «Es el artilugio basado en teléfonos más complicado» que se haya desarmado, comentan con mucha sinceridad.
El excesivo pegamento y bisagras para los cierres de pliegues, y de pantalla, hicieron muy difícil el desarmado para iFixit. Eso además se suma a lo que descubrió CNET, que en un video realizó la prueba de cuánto duraría en total su apertura y cierre.
Las conclusiones de iFixit fueron bien específicas:
- Para realizar el desarmado, el único destornillador que necesitará es un Torx T3 estándar.
- La delicada pantalla principal es reemplazable, si está decidido.
- Cada reparación comienza (y termina) con obstinadas cubiertas exteriores pegadas.
- Reemplazar la batería, o mejor dicho, las baterías , requiere un desmontaje casi total.
- El puerto de carga se suelda directamente a la placa principal.
- La construcción compleja y las trampas múltiples de cable flexible permiten realizar trabajos de reparación difíciles.
La reparación del Motorola Razr, el talón de Aquiles
Una de las cosas que más llamó la atención de la gente de iFixit es que Motorola manifiesta que por $299 dólares se pueden hacer cambios y reparaciones de pantalla.
Esto porque los expertos señalan que su articulación mecánica es muy complicada, que además es muy complejo ofrecer reparación para un dispositivo de primera generación. Por eso le dio un puntaje de 1 en reparación, donde 10 es lo más fácil.
«Estamos impresionados con las numerosas hazañas de ingeniería que Moto realizó para resucitar su icónica cubierta. No ganará ningún premio por la facilidad de servicio, pero el solo hecho de que este artilugio imposible existiera fue una tarea tan difícil que no nos sorprende que la capacidad de servicio no haya llegado a la v1.0. Es divertido ver cómo lo hicieron posible (si no es tan divertido burlarse de todo)», señalaron los de iFixit.