Llevo varios años siendo reportero de tecnología de consumo, algunos de ellos como especialista en teléfonos celulares, y últimamente me siento especialmente confundido por la cantidad de modelos que ofrecen varios fabricantes.
Samsung, por ejemplo, tiene cuatro series. Distinguir la serie Galaxy Z de la serie Galaxy S me parece sencillo. La serie Galaxy Z tiene teléfonos con pantallas plegables, algunos tipo “concha”, otros tipo “fólder”, mientras que la serie Galaxy S es su gama alta. Pero cuando miro la serie Galaxy A y Galaxy M la situación, me parece, se torna confusa. ¿Qué diferencia hay entre el Galaxy A35 de $5,499 pesos y el Galaxy M35 de $4,299 pesos o el Galaxy M55 de $5,799 pesos? Doy clic al vistazo rápido de cada teléfono y veo una diferencia de apenas 0.1 pulgadas entre la pantalla de uno y otro, ambos tienen tres cámaras de 50 MP, 8 MP y 2 MP, baterías de la misma capacidad y el diseño es francamente similar. Sé que si reviso con lupa notaré diferencias importantes como el chipset utilizado o la frecuencia de actualización de pantalla, pero para el usuario común, ese que estará en una tienda y que probablemente basará su decisión en cuánto puede gastar, creo que la situación puede resultar igual de confusa que para mí, un especialista.
Y lo peor es que la situación “empeora” con otros fabricantes. Digo empeorar porque tienen incluso más lanzamientos. Por ejemplo, si voy a la página de Xiaomi veré su plegable Mix Flip, los modelos 14T, cuatro de la serie Redmi y siete de la serie POCO. ¡Es demasiado!
Lo mismo sucede con realme, uno de los fabricantes que más ha crecido en cuanto a cuota de mercado en México. Solo la serie GT de gama alta tiene cinco modelos disponibles. Incluso sus lanzamientos en la gama de entrada son bastante similares, basta con echar un ojo a la comparativa entre los realme C63 y C61, en donde, fuera de los acabados de diseño, la única diferencia es cuánta RAM tiene y cuánta puede virtualizar. ¿Y qué es la RAM virtual? Bueno, creo que tratar de convencer a un usuario de que la RAM virtual puede ser un factor diferenciador es algo así como un ardid publicitario.
«Entiendo» las razones
«Entiendo» (pero desapruebo) a grandes rasgos la razón detrás de esta decisión, que al final es un patrón que siguen prácticamente todos los grandes fabricantes de smartphones: su objetivo es vender la mayor cantidad de teléfonos posibles, da igual si son prácticamente idénticos unos de otros, el punto aquí es vender volumen.
Los especialistas llaman a esta estrategia push marketing. Consiste en lanzar al mercado cuantos smartphones sea posible en la mayor cantidad de gamas posibles. Por eso desde hace años hablamos de gama alta premium, gama alta de entrada, gama media premium y más. Hay una microsegmentación que tiene por objetivo llegar a la mayor cantidad posible de usuarios.
En este sentido es evidente que la estrategia rinde frutos. Si miro la lista de los teléfonos más vendidos durante el primer trimestre de 2024 verá que hay varios modelos del iPhone del año, un Galaxy de gama alta, otro de gama media y otro de gama baja. El push marketing rinde frutos y tal vez por eso seguiremos viendo más y más modelos, aún cuando sean muy similares y confundan incluso a especialistas como yo.
Afortunadamente uno que otro fabricante pensará fuera de la caja y adoptará una estrategia medianamente distinta, aún cuando eso signifique sacrificar volumen. Pienso en Nothing y su catálogo de teléfonos, para los que basta una mano e incluso sobran dedos.